David Rubín: "Comix Revolution"

“Los cómic también son un medio para generar revoluciones”

En una década, aproximadamente, el ourensano David Rubín logra vivir de lo que creía un sueño: hacer cómics. Desde entonces, no deja de dibujar y publicar en varios idiomas, incluido el gallego. Ha recibido diferentes galardones y reconocimientos internacionales. Para Rubín, los tebeos son, además, una herramienta útil para cambiar el mundo y crear conciencia.

“Los cómic también son un medio para generar revoluciones”
David Rubín 01
David Rubín | Foto Pepa Trapote

Inicia su carrera en el festival Viñetas desde o Atlántico, en el que este año expone, junto a compañeros de ediciones anteriores como Josep Homs, Belén Ortega, Ángel de la Calle o Emma Ríos. También se puede ver su obra, más personal y comprometida, en la Galeria Monty 4, de Coruña, hasta septiembre, con la serie: “Comix Revolution”.

P-¿Por qué el título “Comix Revolution”, para esta exposición en el Monty 4 de Coruña?

Porque está compuesta con piezas del libro “Gran hotel abismo”, que hice junto a Marcos Prior. En el que nos posicionamos política e ideológicamente de un modo agresivo y revolucionario. No pretendemos dar respuestas a esta situación terrible que estamos pasando todos, pero sí trasmitir ideas y generar preguntas sobre cuál es el rol de cada uno con respecto a la sociedad que vivimos, e incluso, con respecto a sí mismos. Queremos despertar un poco la mente adormecida. Están todos los días dándonos caña y parece que no tenemos suficiente, que aún podemos aguantar un poco más de peso encima. Creemos que los cómics pueden ser un medio de comunicación más y sirven, también, para trasmitir ideas y generar revoluciones.

P-¿Crees que el cómic puede hacer algo contra la manipulación ideológica de los medios de comunicación?

Para empezar, en el cómic, puedes contar verdades. No es un arte como, por ejemplo el cine, que depende de dinero y de mucha gente. Aquí, de un modo muy económico y con un poco de imaginación puedes trasmitir un montón de ideas sin miedo a perder un patrocinio. Te da igual. Es un medio totalmente libre y, por lo que yo veo, bastante desaprovechado. Debería usarse más para trasmitir ideas y al mismo tiempo hacer obras más comprometidas, además de entretener. No tiene que estar reñido. Pero, por lo general, en este medio son muy conocidas obras que sólo buscan el entretenimiento, que está bien, pero creo que se puede aportar algo más.

P- ¿Qué relación tiene el cómic con la literatura. Deberían reinterpretarse los mitos históricos y literarios a través del cómic?

A mí no me gusta compararlo con la literatura, el cómic es un arte en sí mismo. Y es relativamente joven, acaba de cumplir cien años. Es, todavía, un gran lienzo en blanco para hacer un montón de cosas y contar nuevas historias. Cuando parece que ya se ha contado todo y que no se puede hacer nada nuevo, sale un autor o una generación de autores y vuelve a resetearse todo, a generarse nuevas ideas. De un tiempo a esta parte, el cómic está sacando obras muy maduras, que apelan directamente a la inteligencia del lector y a su corazón. Está ganando muchos nuevos lectores. Personas que antes eran lectores solo de literatura y que el cómic lo consideraban un arte menor, de diez años a esta parte, miran al cómic como algo que les puede interesar lo mismo que la última novela de algún escritor.

P-¿Cómo construyes tus personajes?

Depende si trabajo en solitario o con otro guionista. Cuando lo hago yo solo, voy masticando en la cabeza todos los personajes, toda la trama y lo que quiero contar. Normalmente, siempre trabajo con tres o cuatro ideas, o tramas de varios libros a la vez, estoy dándole vueltas y siempre hay una que se va adelantando a las demás, esa es la que decido desarrollar. Es una labor más interior. Cuando me pongo a escribir, prácticamente, ya me estoy imaginando las páginas. Entonces hago el boceto muy rápido de lo que quiero escribir, para lanzarme cuanto antes a dibujar. Cuando es en equipo, suelo pararme más en esa fase de pre-producción, preparar los personajes, aportar ideas y hablar mucho con el otro guionista. Hago mucho trabajo de bocetos previos, para que el aspecto del personaje tenga mucho que ver con su personalidad. Me gusta usar muy poco texto en los tebeos, que los personajes cuenten lo que tengan que contar, sin meter más adornos. No me gusta meter textos que expliquen cómo es el personaje. Lo puedes contar sólo con el dibujo y que el texto sea sólo un apoyo, no un elemento a mayores. Tiene que ir todo muy conjugado.

P-¿Cómo se inventa un superhéroe?

Cuando tengo que hacer cosas de superhéroes pienso hacia atrás, en cómo son cuando no son superhéroes. Héroe es simplemente el vecino de al lado. Puede ser un tío super poderoso que vuela y tiene super-poderes, pero ¿qué pasa si se le muere un familiar? ¿Cómo reacciona ante eso? Porque es muy poderoso pero no puede curar el cáncer, y se tiene que joder, viendo con su supervisión de rayos X cómo las células de esa persona a la que quiere se van muriendo a cámara lenta y no puede hacer nada ¿Cómo se sentiría una persona así? Alguien que puede mover una montaña con una mano, pero que no puede salvar a la persona que quiere, que se está muriendo. Busco la parte humana y las bajezas para luego encumbrarlos. Porque todo ese background de problemas lo engrandece mucho más y le da mucha más fuerza a la parte luminosa. Cuando la tienes que mostrar, hace que brille de verdad, que no sea simplemente un arquetipo.

P- ¿Qué temas crees que son los más urgentes a la hora de contar una historia?

Yo prefiero temas que me acerquen a lo que está pasando, que utilicen este arte para dejar constancia y denuncia de lo que ocurre. Toda la corrupción política, cómo se están riendo en nuestra cara, todos los días, en los medios que controlan ellos, cuatro privilegiados que manejan a la gente. Ahora mismo, lo que más me preocupa es el auge del fascismo y de la ultraderecha. En el noroeste de Madrid veo, a diario, cosas muy jodidas; de gente que, además, no vive en la realidad, viven en un chalet y no se dan cuenta de nada. El cambio climático es otra cosa que me preocupa bastante, estos días en los países del norte de Europa ha muerto gente mayor, por la ola de calor… Es todo como una especie de broma pesada en la que continuamente se están riendo de nosotros y, además, parece que no pasa nada. El truco está en que tú te rías también y al final entres en el juego. Yo creo que basta ya de eso, basta ya de ver a fantoches que se creen que son óptimos para gobernar un país cuando nisiquiera han sido capaces de sacarse una carrera. Me jode que la gente en España apoye masivamente la mediocridad y, sin embargo, criminalice el talento, la belleza o la inteligencia.


 

FESTIVAL VIÑETAS DESDE O ATLÁNTICO

P- ¿Qué supone este festival ?

Es uno de los mejores festivales del cómic internacional. Es muy reconocido fuera, tiene un nombre y una presencia a la altura del Lucca Comic de Italia o del Salón del Cómic en Barcelona. Para mí, y para muchos autores, fue un soplo de aire fresco y una llamada a la esperanza. Cuando empezó Viñetas desde o Atlántico alguna gente queríamos empezar a publicar y no sabíamos ni cómo. Para nosotros se convirtió en una plataforma de lanzamiento e intercambio con autores, editores, etc. Allí descubrimos que podía llegar algún día en que quizá podríamos vivir del cómic.

Tanto Emma Rios, como yo, como otros, empezamos de chavales. Íbamos `al Viñetas´ con los fanzines, autopublicándonos. Para nosotros fue como un caldo de cultivo. Nos juntábamos esa semana al año, creábamos proyectos en común, hacíamos piña, nos conocíamos mejor y, a partir de ahí, salieron un montón de cosas y nos fuimos bregando. Nos obligábamos a trabajar, aunque sabíamos que no había una compensación económica. Esa ilusión hizo que trabajáramos y nos perfeccionáramos cada vez más. Después ya empezamos a sacar el pie fuera de Galicia, primero a España y luego a nivel internacional.

Yo creo que todos los festivales siempre ayudan, visibilizan y dinamizan. Y luego ya con los años que lleva, (desde 1998), es algo que forma parte de la ciudad. Ves gente que no lee un cómic en todo el año y en esos días va al festival, y se gasta 30 euros en un cómic porque se lo toman como algo suyo, como una atracción más del mes de fiestas. Va ganando lectores, hace que la gente se interese, vaya a las exposiciones y se vaya aficionando.

P-¿Qué destacarías en el este año?

Este año lo han organizado muy bien. Está desde Jose Ramón, que era el dibujante de la tele cuando éramos niños. A mí me flipa y poderlo conocer es un lujo. Me gusta cómo ha planteado la organización la elección de autores. Han traido autores que están empezando y han repescado a otros, que ya habíamos estado en otras ocasiones, como Emma Ríos, Homs o yo mismo. Está bien volvernos a traer, para mostrar a la gente esa evolución. Yo estuve invitado hace siete años y se ve cómo hemos avanzado. Esto hace que a muchos chavales y chavalas, que quieren dedicarse a esto y van a tu charla o a tus firmas, les metas la ilusión. Y eso era algo que no se podía hacer cuando yo era fanzinero; no teníamos esos referentes. No había gente de Coruña que se había conseguido profesionalizar, parecía como algo inalcanzable. Y eso, yo creo que es algo que puede ilusionar a mucha más gente y hacerles ver que sí que es posible.

“Los cómic también son un medio para generar revoluciones”