Entrevista a Raúl Sánchez. Presenta la novela “Shooter”

“Shooter es una bofetada sin mano a la comunidad gamer”

Es escritor gaditano y afincado en Coruña, Raúl Sánchez se ha convertido en una especie de Bukowski del ciberespacio y ha creado el orgullo noob de los gamers, en su última novela “Shooter”.

“Shooter es una bofetada sin mano a la comunidad gamer”
foto 1 raúl sánchez
Raúl Sánchez, autor de Shooter

Editada por Defausta, ediciones subterráneas, es una historia ciberpunk de realismo sucio, basada en un proyecto documental. El 13 de junio, de 20h a 21.30h, estará en la caseta 27, de la Feria del Libro de Madrid, firmando ejemplares.

Según el autor. “Es una novela nihilista, en el sentido de que vamos perdiendo, llevamos perdiendo toda la historia, y vamos a seguir perdiendo. Por muy creativos que seamos y muchas cosas que inventemos nuevas, el capitalismo es un sistema admirable, que funciona perfectamente y está muy bien engranado, porque no tiene escrúpulos. Lo fagocita todo”.

- ¿Se podría considerar que Shooter es un libro videojuego?

- Es un libro sobre videojuegos en un futuro próximo y cercano, indeterminado. Realmente es un proyecto documental, un guión con recreaciones en vídeo, testimonios, audios, se muestran varios formatos. Básicamente son entrevistas.

Los autores, a veces, tienen ideas raras sobre la literatura. Yo creo que no somos tanto emisores como el canal, quien emite es la sociedad.

- ¿Y qué significa eso del orgullo noob?

-A mí, si no me hubieran llamado tanto noob, puto noob, vete a dormir noob… No hubiera escrito el capítulo del Orgullo noob. Noob significa novato en entornos virtuales, tanto de foro, como de videojuegos. Se utiliza como arma arrojadiza, un insulto. Pero es alguien que está aprendiendo.

Portada del libro Shooter, de Raúl Sánchez

- ¿Qué hay de real en ese futuro que plantea la novela y qué hay de ficción?

- De real lo que hay son los vídeos de Hongos sagrados. Eso existe desde hace ya 15-16 años. Lo que pasa es que no está indexado en ningún motor de búsqueda, como se cuenta en la novela, hay que tener la URL correcta y la dirección exacta, porque en Google no sale.

- ¿Y lo de la división entre zona rica y zona pobre?

- Eso también, claro. Parece pueril o pusilánime segregar en zona rica y zona pobre, pero es como vivimos. Forma parte de la alegoría del texto que habla del capitalismo y de que sus mecanismos cada vez son más descarados. Es como la cultura del meme, el meme-pensar: pequeñas micras de información que se publican a través de memes, que pueden ser falsas o no. Hay uno que dice que el 90%, aproximadamente, de la gente que nace en la clase obrera se queda en la clase obrera.

- ¿Cómo le vino la idea de escribir esta novela?

- Mi proceso creativo es muy mental. Me vino cuando empecé a pensar en una novela con la idea del brazo robótico, una especie de Steady Cam para sostener un arma de fuego. Estuve mucho tiempo jugando a videojuegos en multi-jugador y un día dije: cómo molaría tener un brazo y poder controlarlo con un PAD. Yo no lo he visto todavía, pero estoy esperando a que un ruso, un japonés o un flipado de las armas de fuego lo haga.

La idea que tiene la novela es que ellos no saben manejar armas de fuego, pero sí un mando de consola, y es manejar un arma de fuego con un mando de consola. El avatar se quita de en medio. Tendría todos los elementos de un videojuego, en la pantalla y el router, pero sin el avatar.

- ¿Qué mensaje tratas de dar en esta historia?

- Básicamente habla sobre el ciberpunk, que yo creo que ya estamos inmersos en él. La base es el control de las mega-corporaciones, o de las grandes empresas o lobbies de presión sobre la vida del ciudadano de a pie, a través de los títeres políticos. Y, sobre todo, es una bofetada sin mano a la comunidad gamer, que es muy capaz de hacer cosas maravillosas y muy potentes, como resolver easter egss en 90 ó 40 minutos.

- ¿Qué es un easter egg?

- Un easter egg es un secreto oculto en el juego, que, a veces, hay que hacer de manera cooperativa. Existe, porque antes los programadores no podían firmar sus videojuegos y ponían una habitación secreta en la que firmaban con su nombre. Estamos hablando de la época de las primeras consolas.

Raúl Sánchez, autor de Shooter, novela ciberpunk

- ¿Podría decirse que es sobre el mundo del frikismo, de lo que se denomina friki?

- No creo que sean, ya, los videojuegos, sólo de frikis. Sí hay una comunión, en la novela, entre la máquina y el hombre. La realidad virtual está denostada por los old schooler, que es una subcultura, que habla de la apropiación del capitalismo de las ideas que tienen las subculturas. Y luego se venden prendas de los Ramones o de los Sex Pistols en tiendas de Inditex. Está pervertido todo. El capitalismo va fagocitando todas las expresiones culturales que se dan en la periferia.

- Esta historia se define como ciberpunk y realismo sucio, ¿qué siginifican para usted estos dos términos?

El ciberpunk es un subgénero de la ciencia ficción, que se basa en el control de las grandes corporaciones sobre el mundo, desde el ciudadano más pequeño, hasta el político más títere. Volvemos otra vez a la alegoría del texto que habla de qué sucede hoy día. Quién manda en España, pues el Ibex 35 y la gente más tocha. Tampoco sé el organigrama, pero es la gente que toma decisiones, que tienen consecuencias directas sobre nuestras vidas.

El realismo sucio es la escuela de la que provengo: Bukowski… Mis editores comparan el texto con Céline, yo no he leído a Loius-Ferdinand Céline, sí mucho a Bukowski y él leyó a Céline, la literatura está llena de influencias, es un trabajo colectivo.

- ¿Tiene también influencia de los poetas malditos?

- Sí, a Baudelaire también lo leí mucho. A Rimbaud le tengo un poco de respeto-miedo, a Verlaine no lo he leído. Bukowski les leyó, y él me influyó a mí. Sí, se enmarcaría en los escritores malditos, aunque quiero salir un poco de esa pauta… Voy a empezar a escribir teatro infantil.. (risas)

- ¿Por dónde crees que va la literatura del siglo XXI?

- Pues no tengo ni idea, la verdad. Lo tengo un poco aparte. Ahora estoy leyendo contemporáneos, pero me privé de la era contemporánea. Aunque sí leí algún autor. Me gusta mucho el primer Chuck Palahniuk: La vida de un asesino, El club de la lucha, Nana… Que es más o menos pulposo. Es de la escuela del realismo sucio. Ahora estoy empezando a leer a gente viva, compañeros, y me está gustando lo que hacen. Pero no tengo una visión global sobre hacia dónde va la literatura del siglo XXI.

Raúl Sánchez, autor de Shooter, novela ciberpunk

El escritor Raúl Sánchez

- ¿Cuándo empieza a escribir?

- Yo de pequeño era muy mentiroso. Todo el rato me inventaba cosas, me inventaba incluso películas. Les decía a los amigos, ayer ví esta película y me la inventaba entera. Después empecé a escribir en varios medios alternativos.

La primera vez que escribí fue a una niña, un poema de estos de amor. La segunda cosa que escribí fue una pesadilla que tuve, bastante sicótica.

Era un poco bocas y me encontraba muy perdido. Mi tutora vio que no quería estudiar, pero que valía para ello, era inquieto intelectualmente. Me gustaba hacer comentarios de texto, pero lo demás ya no, prefería el parque, que fue donde realmente me formé.

La profesora me puso contra las cuerdas y le solté la historia de que quería ser escritor, que no sabía qué tenía que estudiar para ser escritor. Así que me dijo que le llevara un relato. Le llamé “Sabor a Ducados”, porque me fumé un paquete de Ducados mientras lo escribía. Yo era un miserable, en aquella época, y compraba Ducados para no dar. Nadie quería Ducados. Era la época en la que se podía fumar en el instituto. Maravillosa época…

Primer relato gore

La historia trataba de que iba a recoger a mi abuela a un pabellón siquiátrico, en el que las celdas estaban escavadas en el suelo. Al final del sueño la acuchillaba con un cuchillo cebollero, varias veces. Y, claro, a mi tutora le llegó aquello. Me miró raro y dijo: bueno, vale, ya no quiero leer nada más tuyo.

Pero a mí me gustó, le cogí el tranquillo y empecé a escribir prosa poética. Empecé con una Olivetti ETP 505, creo recordar. Una máquina de esas maravillosas. Me sentía super-poderoso cuando sonaban aquellas teclas. Daba latigazos al papel y quedaban impresas las palabras. Era magnífico.

Primeras lecturas: los juegos de rol

No me leí mi primera novela hasta los casi 18 años. Había leído antes juegos de rol, manuales de juegos de rol y había escrito historias para jugar al rol. Luego, ya, me puse a leer muy a cañón a Kafka, Kerouac, Nietzsche… Lo que caía en mis manos, lo que me dejaban los colegas.

- ¿Cómo fue su primera novela?

- Se llamaba Nosebundo inducido por sustancias, es sobre enfermedad mental. Trata la enfermedad mental desde dentro. Es otra cosa diferente a Shooter. Es de prosa poética.

- ¿Qué fue lo que le hizo venir a Coruña?

- El amor. Una pareja, con la que estuve ocho años. Luego se acabó… Y me gusta mucho el norte, el clima, cómo se come, el pan, el frío… Me encantan las ciclogénesis. Me mola que, de vez en cuando, la ciclogénesis le haga cosas sucias a la primavera.

- ¿Dónde está el límite a la hora de escribir?

- El límite es el ridículo. El absurdo. Tengo un problema cuando cuento mis tramas, la gente me pone cara de conejo, caras raras. Pero después a la hora de ejecutar es diferente. Yo creo que eso me viene de Kafka. Suena petulante, como la palabra petulante, pero creo que me viene de haber leído mucho a Kafka. Meter todo al límite de lo posible, sin llegar a transgredirlo en todo. Esas periferias de contar historias muy raras, pero que son plausibles, al final. Shooter parece una locura, pero es plausible todo.

- ¿Cómo hizo para contar una historia que no fuera lineal y tuviera sentido?

- El formato está fusilado de Foster Wallace, de Entrevistas breves con hombres repulsivos, un libro que va sobre hombres que tienen miedo a las mujeres. Y tiene ese formato de pregunta-respuesta.

Hablando de historias no lineales, Faulkner también me gusta mucho. No tiene piedad con el lector. Yo nunca pienso en el lector cuando escribo, pienso en la historia y en pasarlo bien yo.

Ahora estoy escribiendo tres novelas. Pero no sé si acabaré alguna. Hay una de ficción pura y dura, y dos de auto-ficción. Son proyectos. Antes igual me salta otra idea a la cabeza y la tengo que sacar…

Raúl Sánchez, autor de Shooter, novela ciberpunk

PROYECTOS Y PRESENTACIONES

El 13 de Junio: presenta en la caseta 27 de la Feria del libro de Madrid, de 20h a 21.30h.

El 14 de Junio: Mesa redonda, presentación, con el ilustrador de la portada Jorge Esteban Urabayen, en Radio Vallekas. “Me sentí muy cómodo trabajando con Jorge, porque me leía la mente. Solo le daba un par de indicaciones y ya sabía lo que quería.

El 15 de Junio: se presenta en Lavapìés.

El Juego de rol de Shooter saldrá a partir del 2020-21.

Y tal vez el cómic. “Ya me dijo algún lector que parece un cómic, es muy visual. Mi manera de escribir lo es. No sé si porque estudié cine o porque vi demasiadas pelis. La única formación que tengo como escritor son 30 horas de guión cinematográfico. La literatura, para mí, es a base de equivocarme y escribir, escribir y escribir.


 

“Shooter es una bofetada sin mano a la comunidad gamer”