Suele ser un dolor más habitual por la mañana, va disminuyendo a lo largo del día y suele reactivarse al final del día. Puede asociarse con sensación de fatiga y debilidad muscular en la zona/s afectadas e incluso síntomas de hormigueo o entumecimiento. En algunos casos puede cursar con síntomas en el oído como zumbidos o dolor e incluso molestias gastrointestinales como náuseas. A medida que el dolor se hace crónico y el paciente convive diariamente con el mismo, puede aparecer ansiedad y depresión que perpetúa y agrava el cuadro clínico.

Es característico también la aparición de puntos gatillo (puntos disparadores de dolor), que con su estimulación desencadenan una reacción dolorosa irradiada y con el tiempo una limitación de la capacidad de abrir la boca. 

Su aparición se relaciona con dos factores fundamentales, el bruxismo (también denominado apretamiento o rechinamiento dentario) y los problemas de ATM (Articulación Temporo-Mandibular).

La ATM es la articulación que relaciona la mandíbula con el cráneo, y existe una para el lado derecho y otra para el lado izquierdo. Son las que permiten los movimientos mandibulares en los que participan músculos de la masticación como el temporal, el masetero y los pterigoideos interno y externo.

La aparición de ruidos o chasquidos similares a un clic durante la apertura o cierre de la boca son relativamente habituales y reflejan una alteración en el funcionamiento de la articulación que debe ser estudiada. Puede tener diferentes grados de severidad y provocar una limitación franca y brusca de la apertura bucal. Con frecuencia cuanto más severo, avanzado y crónico es el problema, mayores suelen ser los síntomas clínicos como dolor, limitación de apertura bucal, molestias a la palpación articular y/o muscular o incluso sintomatología otorrinolaringológica.

En el caso de notar estos ruidos articulares es necesario acudir al odontólogo para su correcto diagnóstico basado en una completa historia clínica y pruebas de imagen como la Resonancia y el TAC 3D.

En el protocolo clásico de tratamiento de estos problemas y de sus síntomas se han venido realizando diferentes tipos de férulas de relajación intraorales, técnicas de ortodoncia, prótesis y ajuste oclusal para estabilizar la mordida, con la intención de prevenir la reaparición del problema y para tratar sus síntomas. También se puede optar por la fisioterapia manual y el empleo de antiinflamatorios, ansiolíticos y relajantes musculares como parte del tratamiento del dolor y reducción de la ansiedad y stress asociados a estos trastornos.

Una de las tecnologías más innovadoras y de reciente aplicación es la Tecarterapia Intraoral con equipos de radiofrecuencia de segunda generación como parte del tratamiento de estas patologías ha supuesto un salto cualitativo, aportando una rápida mejoría clínica con una importante reducción del dolor y una recuperación de la funcionalidad de la masticación y de la calidad de vida del paciente con respecto a aquellos protocolos en el los que sólo se empleaban los tratamientos convencionales, con la Tecarterapia o Radiofrecuencia Intraoral se consigue la reducción o anulación de la medicación farmacológica como parte del tratamiento.  

En resumen, el bruxismo y los trastornos de ATM pueden contribuir a la aparición de “dolores a distancia” que en principio pudiéramos pensar nada tienen que ver con un problema a nivel de la boca y su funcionamiento muscular. Por tanto, la consulta con un odontólogo con conocimientos y tecnología adecuada, es el primer y fundamental paso para su correcto diagnóstico y tratamiento.