Diversidad cultural

Conversando con A. Garci sobre su libro “El que llama a la puerta”, una expresión de la multiculturalidad

¿Quién es A. Garci?

Soy Ana García. “A. Garci” es mi seudónimo de escritora. Soy una chica de 27 años, estudié Periodismo y llevo toda la vida enamorada de la literatura y queriendo escribir. Siempre he dedicado tiempo  a escribir y a leer. 

Conversando con A. Garci sobre su libro “El que llama a la puerta”, una expresión de la multiculturalidad
A.García Escritora
A.García Escritora

La literatura era y es algo que me conmueve, es casi un vicio. Estudié periodismo con la idea de aprender a contar y a partir del periodismo me fui desarrollando y aprendí más cosas.

Nunca he trabajado como periodista por diferentes circunstancias, pero siempre he escrito y siempre he tenido esto como objetivo, contar cosas que creo que son importantes para la vida de las personas en pasado, en presente, en futuro y que contribuyan algo a la vida.

¿Cómo surge el proyecto de escribir el libro “El que llama a la puerta”?

Es un tanto gracioso, porque yo no tenía pensado escribir este libro. De hecho cuando lo estaba escribiendo, tenía escrito otro, que era el que creía que un día pudiera ser que publicase.  Pero coincidiendo con el principio de la cuarentena escribí un relato sobre Sarajevo. Llevo toda la vida enamorada de lo que Sarajevo significaba antes de la guerra: como Bosnia, fue ese crisol de culturas que crecían entremezclándose, que evolucionaban juntas, casi todo el país, pero en concreto Sarajevo como estandarte de esta idea multicultural, en la que daba igual que fueras de una etnia, de una religión diferente, no había nada extraño que un padre y su mujer y después su hijo, cada uno fuesen de una religión diferente y que por lo tanto tuvieran culturas, formas de ver el mundo diferentes. A mí esa idea me encantaba y cuando conocí todo lo que pasó en la guerra de Bosnia, en concreto en el asedio a Sarajevo, a mí se me rompió el corazón. Vamos a ser clarísimos, no entiendo cómo gente que vivía así, que había conseguido algo tan bonito, de hecho hay una escultura en Sarajevo que pone “el hombre multicultural construirá el mundo”, ellos que tenían esta idea, cómo pudieron caer en esto. Me puse a investigar, ya que hay muchísima hemeroteca, mucha gente que ha escrito sobre este tema, y me fui dando cuenta que todo fue al servicio de unos poderes políticos a los que en realidad no les importaban las personas. No era la cuestión de que hubiese un conflicto cultural, en realidad fue un conflicto propagandístico de diferentes estados imperialistas; al darme cuenta, me dolió mucho

Como a mi alrededor nadie conocía qué había pasado en Sarajevo, ni apenas sabían nada de qué era Sarajevo, ni apenas sabían donde estaba Bosnia, yo solía darles el “coñazo” a mis amigas contándoles lo que iba descubriendo sobre Sarajevo. Entonces decidí escribir para mis amigas un relato y así dejaba de darles el “coñazo”. El relato se fue extendiendo, porque me gustó mucho el personaje protagonista Tarik, se me metió como adentro y dije “tengo que mimar a este niño” y seguí con la historia. Y poquito a poco tenía una historia y la miraba y creí que me había quedado hasta bien y así surgió la idea del libro “El que llama a la puerta

Ana, nos describes la motivación de escribir tu libro, pero ¿qué nos quieres contar con esta historia que sucede en Sarajevo?

Mi pretensión es recordar. La historia sirve para enseñar, esto lo repetimos muchas veces, “la historia nos enseña”, “hay que mirar la historia para aprender de los errores que cometimos”... ¡Qué pesados somos los seres humanos con olvidarnos de esas cosas y de ir siempre a chocarse con las mismas piedras! Y yo quiero recordar que hubo lugares en el que el odio triunfó hasta el punto de matar a decenas de miles de civiles inocentes por cuestiones de odio, que no era nada pragmático. Para mí es muy importante que no olvidemos a esa gente que tuvo que morir, igual que la gente que tuvo que sobrevivir a algo que no debería vivir ningún ser humano. Existieron esas personas, esas cosas pasaron aquí,  hace muy poco tiempo y muy cerca de nosotros, eran personas de nuestra historia contemporánea. Y ¿por qué volvemos a caer en lo mismo? A mí me gustaría que no nos olvidáramos, para dejar de caer en lo mismo.

El que llama a la puerta

Ana, ¿por qué una mujer de 27 años, tiene tanto interés por la Historia?

A mí me gusta muchísimo la literatura y la literatura de no ficción me gusta todavía más. Las cosas que nos cuenta en base a la realidad, aunque sea con personajes ficticios, pero historias que sí han pasado, esta literatura me gusta muchísimo. 

Todo lo que sé de Historia no lo he aprendido en el colegio, he aprendido un poco más en la Universidad, pero sobre todo he aprendido mucho leyendo. Creo que no hay nada más interesante que la Historia, ha pasado de todo, hemos hecho de todo los seres humanos, es extraordinaria. ¿Para qué quieres una serie si tienes a los seres humanos haciendo cosas?

Viniendo a la realidad del 2020 ¿crees que el ambiente social de crispación, discursos de odio, intolerancia, nos acerca a lo que sucedió en Sarajevo?

Sí, sí, de hecho es una cuestión que personalmente me preocupa mucho, veo en la sociedad en general una polarización identitaria. Entiendo no está mal buscar una identidad, entiendo que en un mundo globalizado se busca una identidad que a uno le proteja, en la que se sienta representado, en la que encuentre cobijo. Entiendo y encuentro esa comprensión por el miedo que da disolverse en la amalgama de esta globalización, todo esto yo lo entiendo, pero me preocupa que cuando los identitarismos se radicalizan demasiado, pasamos a “yo soy “equis”, tú eres “y” y como somos diferentes, te conviertes en mi enemigo.  Y no sólo eres mi enemigo, sino que además tú no tienes que existir, porque tú eres malo, ya que mi identidad tiene que estar por encima de la tuya. Pero yo creo que las cosas no son así, y creo lo bueno de esta  globalización, lo que tendríamos que encontrar es que estamos todos aquí, no hay barrearas a la comunicación, las personas cuando hablan de tú a tú se entienden. El problema es que si nos adentramos en los grupúsculos y hablamos desde el grupúsculo es imposible entenderse, porque tú no vas hablar por ti, por lo que tú piensas por lo que sientes, sino por lo que te representa esa idea que hace de tu grupo algo más importante que los demás. Que lo hacemos seguro desde la mejor intención y desde el punto de vista de que mis ideas son buenas para los demás, normalmente.

Pero sí, yo creo que vamos encaminados hacia esa situación de confrontación y choque. En ese momento concreto en Sarajevo, Bosnia, era algo reducido a ese lugar, ese momento, por ese contexto histórico, ya que se estaba disolviendo Yugoslavia y tocaba a decidir qué identidades se iban a formar después de haber sido un todo. Pero hoy nos pasa en todo el mundo, a lo largo y ancho del mundo a todas las personas, todos estamos buscando nuestro bando y yo no quiero un mundo hecho de trincheras, a mí no me gustaría eso.

¿Por qué crees es bueno lo diferente, lo diverso, la mezcla?

Porque nos enriquece, todo lo que es diferente a nosotros nos enriquece en cualquier ámbito de la vida. Simplemente escuchas un tipo de música que nunca has escuchado y te enriquece, escuchas el sonido de un instrumento que no habías escuchado en tu vida y ahí lo descubres, a lo mejor te encanta o a lo mejor no te gusta, pero lo descubres. Pues para mí esto es lo más sano. Crecer implica conocer cosas. El aprendizaje es súper positivo para todos, incluso podemos encontrar cosas que no nos gusten pero hay que conocerlas. Tú me puedes enseñar lo que no sé y yo puedo enseñarte a ti lo que no sabes. Para mí eso me parece que nos hace progresar a todos a los seres humanos y al mundo en general, progresamos con con el “toma y daca”, el retroalimentarnos eso es super sano. A lo largo de la historia hemos visto que las poblaciones que se mezclan y retroalimentan son las que crecen, las que prosperan y las que  no se matan, que eso también es de importancia.

¿Qué le dirías a la gente que tiene miedo a lo diferente, a la piel negra, al sonido de otro lenguaje, a las costumbres de otra cultura?

Les diría que la vida te da sorpresas increíbles y que ese miedo es ignorancia. Está feo el ser ignorante porque quieres, eso es horrible para cualquier persona. Si tu miedo es sólo porque no conoces, tu miedo es bastante estúpido, más te vale esperar, darle tiempo, puede ser que al final tuvieras razón y esa persona no fuera buena, pero al menos date la oportunidad. A lo mejor te encuentras con algo maravilloso que simplemente por una reticencia de estereotipos no quisiste conocer. Yo creo que todos debemos darnos la oportunidad de vivir un poco más.

¿Cuál crees que debe ser la actitud ante lo diferente?

El problema es que al hablar de lo diferente, dejamos de lado que nosotros también somos lo diferente, todos somos diferentes para alguien, es así, el grupo de lo común y de lo diferente no existe para mí, cada uno es de su padre y de su madre, de donde haya nacido, de la cultura en la que nació… entonces todos somos diferentes. La mejor actitud es el respeto, la curiosidad y la valentía.

¿Estás preparando nuevos proyectos?

Sí, siempre estoy en algo. Ahora tengo entre cuatro o cinco libros que estoy escribiendo que no sé si verán la luz, pero en este momento estoy con toda la promoción de “El que llama a la puerta” con presentaciones, etc. para darlo a conocer.

¿En dónde se puede comprar tu libro?

En diferentes plataformas digitales, en muchas librerías de Ferrol y va a llegar ahora a Librería Couceiro aquí en Los Mallos, a Arena, Formatos, Azeta... está llegando a todas las librerías

Y también si quieren, vivo en Los Mallos, me contactan por instagram @a.garci.indomable o por correo electrónico  y se lo hago llegar.

Conversando con A. Garci sobre su libro “El que llama a la puerta”, una expresión de la multiculturalidad