Mujeres

“De la normalidad, la de los asesinatos y el mandato de silencio, no hemos salido”

Gloria Vázquez, coruñesa y presidenta de Vela-luz, denuncia que el Gobierno no ha cumplido las promesas que detuvieron su huelga de hambre hace mes y medio.

“De la normalidad, la de los asesinatos y el mandato de silencio, no hemos salido”
Gloria Vázquez estuvo 26 días en huelga de hambre
Gloria Vázquez estuvo 26 días en huelga de hambre.

Gloria tiene 44 años y cuatro huelgas de hambre encima que le han dejado secuelas. La última, intolerancia a la lactosa. “Bromeábamos una compañera y yo y nos decíamos que esta nos iba a costar un pulmón, el suyo, y un riñón, el mío”. La huelga, la última, duró 26 días en tiendas de campaña en la Puerta del Sol en Madrid. Gloria pidió cinco veces el alta médica voluntaria. “Al final tenía una piedra en el riñón y neumonía. Habíamos cogido una habitación en un hotel para ducharnos y asearnos de vez en cuando. Y uno de los últimos días me tumbé allí, dormí tres horas, casi no me levanto, me dieron antibióticos fuertes y de aquello arrastro secuelas”. Hubo mujeres, “de muchas partes de España”, dice, que quisieron sumarse a la huelga de hambre. “Les dijimos que no, que para una huelga de hambre hay que prepararse muy bien para resistir, que no es ninguna broma, yo marché con cien kilos y mira…” Fue en febrero. Empezaron ocho. Alguna fue abandonando con el paso de los días por complicaciones de salud. Se le sumó más gente en Madrid. Once mujeres más y dos hombres. Fue durante los últimos días. Jornadas de mucho estrés. Completaron 26 días en huelga de hambre, a un paso del Congreso y del Senado. Recibiendo solidaridad de la gente y visitas de políticos. “El Gobierno vio que alguna de nosotras podía sufrir algún daño irreversible. Yo creo que se asustaron porque aquello podía ser una bomba. Y por eso señalaron a un negociador. Con el tratamos todo. Y los últimos días acordamos parar la huelga a cambio de compromisos del Gobierno. El día 6 íbamos a parar pero me mandó un mensaje diciendo que había tenido que hablar con alguien de arriba y que no podía garantizar nada. El día 7, cuando me dormí en el hotel, me envió otro mensaje diciendo que ya… hasta vino con mis compañeras a despertarme”.

El negociador se llama Mario Garcés. Es el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Gloria Vázquez, coruñesa de Os Mallos, es la presidenta de la asociación Vela-luz, que reúne a víctimas de violencia de género. Gloria es polémica y temida por sus posiciones firmes. En muchos ámbitos. “Cuando después de la huelga entré a una de las reuniones del Observatorio de Violencia de Género me miraron como a un bicho. Ese organismo apesta. Llevan diez años silenciando la realidad de este país. Las mujeres siguen muriendo. Hay cuatro asociaciones del PSOE y una del PP en ese foro. Pero también nos han fallado muchas feministas de toda la vida. Llenamos la Puerta del Sol y tuvimos apoyos. Hubo réplicas, concentraciones en sitios como el País Vasco o Alicante. Desde Córdoba hasta vinieron en un autobús a apoyarnos. En Galicia nada. Es cierto. No nos sentimos frustradas. Sabemos que esta es una carrera de fondo y que lo que pasó en Madrid esos días no es la normalidad. De la normalidad, la de los asesinatos y el mandato de silencio, no hemos salido”.

La promesa

Mario Garcés, que depende del Ministerio de Educación, prometió, según cuenta Gloria, que Vela-luz tendría un sitio en una mesa “interna del Gobierno” que por aquellos días convocaba semanalmente a responsables de cuatro ministerios (Justicia, Interior, Sanidad y Educación). La mesa, dice Gloria, sigue funcionando, pero Vela-luz, que también había pedido sitio para otras organizaciones (Mujeres Juezas, entre ellas) nunca fue convocada. Esta misma semana han roto la tregua con el Gobierno y han rechazado continuar colaborando con los grupos de trabajo en funcionamiento (el del Observatorio, la comisión en el Senado, la subcomisión en el Congreso que debía impulsar el Pacto de Estado contra la violencia de género, una de sus reivindicaciones durante la protesta).

Han iniciado una campaña en las redes sociales con Mario Garcés en el punto de mira. #LasVíctimasNosVamos es el hashtag con el que se han lanzado a denunciar que las cosas, pese a los 26 días de huelga y las promesas del Gobierno, no han cambiado. El Ministerio de Sanidad respondió el miércoles con una nota de prensa en la que lamentaba que Vela-luz hubiese decidido abandonar el grupo de trabajo que se constituyó en el seno del Observatorio el pasado 30 de marzo.

Galicia

“Queríamos ver las caras a los responsables de los ministerios, pusimos condiciones, un año de permanencia del grupo y estar en las reuniones con los ministerios cada 15 días. Dijeron que sí. También pedimos que estuvieran las comunidades autónomas. Para coger lo mejor de cada una. De aquí de Galicia, por ejemplo, la atención psicológica. Porque el servicio que se presta permite que las víctimas estén atendidas dignamente en apenas 48 horas”. En Galicia, apunta Gloria, “hay poco feminismo activo” y dirige sus críticas a “aquellas que solo salen cuando asesinan a alguna o la asesinada lo es en Galicia” y a los que “cuelgan camisetas negras en los escaparates”. Aquí, en Coruña, señala Gloria, “las casas de acogida son peores que los módulos de alguna prisión”.

A la presidenta de Vela-luz parece no preocuparle demasiado contar con tan pocas aliadas (y tanta animadversión) en Galicia y en el Estado. “Mira, nosotras hacemos trabajo de recoger datos y hacerlos públicos, y puede que nos hagan más caso en el extranjero que aquí. He sido invitada a unas jornadas en Londres en octubre, y estamos en contacto con Isel Rivero, ex directora de información de la ONU en España, que nos ha dicho que desde 1909 no había mujeres en huelga de hambre para reclamar derechos para las mujeres. Entonces lo hicieron las sufragistas”.

“De la normalidad, la de los asesinatos y el mandato de silencio, no hemos salido”