Mundo sen Guerras e sen Violencia | nota de prensa

Israel y Palestina: el desastre de la violencia

Otra vez los poderosos han calculado que les es rentable destrozar las vidas de miles de personas.

Y otra vez se han puesto a hacer la guerra.
Israel y Palestina: el desastre de la violencia

Todas las guerras tienen ese guión: los poderosos calculan que van a ganar algo haciendo la guerra.

Los ciudadanos no. Especialmente en los últimos tiempos en que el mayor número de víctimas de cualquier guerra son precisamente, civiles.

No vamos a perder tiempo en considerar quién tiene más razón. Nadie tiene derecho a matar personas.

Si no saben resolver conflictos dialogando, que dimitan. No sirven, no están a la altura de las circunstancias.

Las personas normales estamos hasta las narices de las guerras de los poderosos; de las empresas de armamento que fomentan las guerras; de las dirigencias que las justifican.

Ni la Historia, ni la Geopolítica, ni la Economía valen más que una sola vida humana. Matar personas no soluciona nada. Y por supuesto, no está justificado en ningún caso.

Que no nos hablen de derechos humanos. El primer y principal derecho es el derecho a la vida y les importa un rábano.

Que no nos digan que quieren la paz y que por eso hacen la guerra. Eso, más que un insulto a nuestra inteligencia, es un insulto a la suya.

Hablar de pueblos oprimidos u opresores, o viceversa, por parte de dirigentes, incapaces de dialogar que usan la guerra para ocultar sus errores, es despreciar a los mismos pueblos que dicen proteger.

Israel y Palestina no saldrán del infierno hasta que renuncien a la violencia. Y el resto del planeta, igual.

Dejar las cosas importantes, dejar la vida humana, en manos de los poderosos, sería una irresponsabilidad por parte de cualquier ciudadano consciente. Máxime hoy, que están especulando con si les resultará rentable empezar a utilizar  armas nucleares en la guerra de Ucrania (en ambos bandos se levantan voces incitando a hacerlo).

El movimiento pacifista creó la atmósfera que permitió acabar con la escalada de tensión de las armas nucleares en los ochenta. También paralizó la instalación del escudo anti-misiles en la República Checa  en el dos mil y pico. Puso la alfombra para que Zapatero retirara las tropas de Irak en cuanto pisó moqueta...

Lo que hacemos los ciudadanos y las ciudadanas nunca es en vano. Y hoy es más importante que nunca decirles que nuestra vida vale más que sus negocios y sus compromisos. Hoy es vital un activismo eficaz contra las guerras y contra todos los tipos de violencia.

Nosotros estamos preparando la 3ª Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia.

Necesitamos tu ayuda.

Hablemos.

Envíanos un correo a [email protected]

Israel y Palestina: el desastre de la violencia