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La voz silenciada de Heba Abu Nada

“La noche en la ciudad es oscura, excepto por el brillo de los misiles”, así comenzaba el último poema que escribió Heba Abu Nada antes de que los bombardeos acabaran con su vida.

La voz silenciada de Heba Abu Nada
Heba Abu Nada
Heba Abu Nada

La guerra lo arrasa todo. La violencia devora al ser humano y a todos sus símbolos. En la guerra muere primero todo lo bueno que albergamos como especie. Después, justo después, comienza el desfile de nombres y con él las despedidas, la tragedia y los vacíos insustituibles. La guerra es eso y no es ninguna otra cosa: ausencias, asesinatos… dolor, en definitiva.

El sábado 21 de octubre en Palestina se silenció para siempre una de las voces poéticas más prometedoras de la literatura árabe. Así lo confirmaba el Ministerio de Cultura del país palestino. Heba Abu Nada había fallecido durante los bombardeos del estado de Israel sobre Khan Yunis, localidad donde la escritora residía.

Heba nació en La Meca en 1991, tenía 32 años. Se graduó de bioquímica en la Universidad Islámica de Gaza; ejerció de profesora y completó una maestría en nutrición clínica. Era nutricionista, poeta y novelista.

La obra de Heba estaba muy marcada por dos realidades: su lucha por los derechos de las mujeres y los recuerdos de su familia refugiada durante la Nakba, como se conoció al desplazamiento forzado de palestinos por la ocupación israelí en 1948. En 2017 su novela: “El oxígeno no es para los muertos”, ocupó el segundo lugar del Premio Sharjah a la Creatividad Árabe.

El viernes Heba publicó su último poema, antes de que la guerra le arrebatase las palabras:

La noche en la ciudad es oscura,
excepto por el brillo de los
misiles;
silenciosa, excepto por el
sonido del bombardeo;
aterradora, excepto por la
promesa tranquilizadora de la
oración;
negra, excepto por la luz de los
mártires.
Buenas noches.

La voz silenciada de Heba Abu Nada