Bazar Lamazares ha sido testigo y parte de la evolución del barrio desde su apertura en julio de 1974. Fundado por los padres de Teresa, una pareja de emigrantes que regresaron de Francia tras más de una década de trabajo arduo y ahorro, este negocio ha logrado adaptarse a los tiempos y mantenerse relevante durante más de cinco décadas.

Los orígenes: emigración y retorno

La historia del Bazar Lamazares comienza en Francia, donde los padres de Teresa, tras 11 años de duro trabajo, decidieron regresar a España. Su padre, que había trabajado inicialmente en una panadería y luego como repartidor en una lavandería en París, y su madre, que trabajaba en una casa señorial, lograron reunir el dinero suficiente para abrir un negocio propio en su tierra natal.

Primeros años en Oza

El regreso a España fue una apuesta valiente. Eligieron abrir su bazar en la que antes era calle General Sanjurjo y ahora es Oza, una zona que en aquel entonces era una bulliciosa calle comercial llena de droguerías, mueblerías y otros comercios. El padre de Teresa no solo vendía productos, sino que también ofrecía servicios adicionales como la instalación de lámparas y rieles, lo que le permitió ganarse la confianza y el cariño de la clientela del barrio.

Se transforma y se adapta

A lo largo de los años, el barrio y el negocio han experimentado numerosos cambios. Inicialmente, el bazar vendía principalmente productos de droguería y juguetes, recibiendo trailers completos de estos artículos. Sin embargo, con la aparición de grandes áreas comerciales y supermercados, tuvieron que adaptarse y diversificar su oferta.

Hoy en día, Bazar Lamazares se especializa en artículos de hogar, menaje, flores artificiales de tela, decoración... A pesar de los cambios en el mercado, han mantenido un enfoque en ofrecer productos de calidad a precios razonables, un aspecto que Teresa enfatiza como clave para la fidelidad de su clientela.

El momento del cambio en 2002

Teresa, asumió la dirección del bazar en 2002, tras la jubilación de sus padres.  Aunque inicialmente era técnica de laboratorio, decidió continuar con el negocio familiar, guiada por la seguridad y estabilidad que este le ofrecía. Su profundo conocimiento del negocio, adquirido desde su infancia, le ha permitido gestionar el bazar con éxito.

La clientela fiel en el comercio de barrio

El Bazar Lamazares no sólo ha mantenido a su clientela tradicional, sino que también ha visto un resurgimiento del comercio de barrio. Clientes de varias generaciones, del barrio y de los alrededores de la ciudad siguen comprando en el bazar, atraídos por la calidad de los productos y el trato personalizado que ofrece Teresa, siempre con una actitud atenta y de ayuda. Se ven indicadores de un renacimiento del comercio local que refleja un cambio en las preferencias de los clientes, que valoran cada vez más el contacto directo y el asesoramiento de una persona experta, que no pueden obtener comprando por internet.

Mirando hacia el futuro

Con 22 años al frente del negocio, la propietaria del Bazar Lamazares se muestra optimista respecto al futuro. A pesar de los desafíos que plantea la competencia con las grandes superficies y el comercio online, la combinación de calidad, servicio personalizado y una clientela leal son las fortalezas que seguirán impulsando este emblemático bazar de Oza.

Bazar Lamazares sigue siendo un ejemplo de cómo un negocio familiar puede adaptarse, crecer y prosperar a lo largo de los años, manteniendo siempre un profundo vínculo con sus vecinos y sus raíces.