Así lo explica, porque conoce la importancia del cuidado de los pies, a lo que ella misma se dedica desde su clínica podológica Dedopie.

Laura estudió Podología y dos másters: uno en Cirugía Ambulatoria y otro en Biomecánica. Se dedica a su profesión con ahínco y ofrece la prevención, el cuidado, el tratamiento y el seguimiento de los pies de toda la familia. Se muestra esperanzada en el futuro y llena de ganas de seguir trabajando en un barrio que la ha acogido con los brazos abiertos.

¿Qué te motivó a estudiar Podología?

Yo empecé Podología sin la intención de terminarla, para pasarme a Enfermería, pero me encandiló. No sabía que lo que me gustaba de la Enfermería lo podía encontrar en la Podología. El trato con las personas, el poder ayudarles… Es mucho mejor porque puedes hacer un seguimiento, puedes ver la evolución, ves cómo estás ayudando a esa persona.

¿Cuál es la importancia de los pies en nuestra vida?

Los pies son nuestros neumáticos. Nuestro cuerpo es un sistema de poleas y todo parte de los pies. La podología preventiva tiene una importancia brutal porque desde los pies puedes prevenir lesiones, infecciones, problemas que después desarrollarías en otras partes del cuerpo. Te da muchas posibilidades, tratando un pie, de cambiarle la vida a las personas. Una persona mayor que tiene dificultades para caminar, dándole estabilidad ya le cambias la vida por completo. No sólo repercute en su cuerpo, sino que también pesa a nivel psicológico. Darle la posibilidad a las personas de poder caminar, eliminar ese dolor… Ya ayuda no sólo a nivel locomotor, sino a nivel personal. Por eso es muy importante la prevención, que antes no se tenía tan en cuenta. Ahora los pies ya empiezan a verse como una estructura súper importante.

¿En qué consiste esa prevención?

Antes de nada, en saber que tenemos pies y en mirarlos. Por lo menos una vez al año hay que hacer una visita al podólogo para comprobar que todo está bien. Parte de darle importancia a los pies.

También estudiaste Biomecánica, ¿cuál es la importancia de la marcha, nuestra postura corporal, nuestra forma de caminar…?

Es un tema importante, del que creo que cada vez se toma más conciencia. Sobre todo porque nosotros hasta los 13 ó 14 años tenemos la posibilidad de cambiar esos patrones de la marcha o un pie plano o un pie cavo. Una vez pasada esa edad, en lugar de corregir, vamos a dedicarnos a paliar. Por eso es tan importante la prevención.

¿Cómo decidiste montar tu propia clínica?

Yo dejé el trabajo en enero de 2022 porque necesitaba desconectar y reubicarme. Después de 15 días lo que necesitaba era volver a trabajar… Echaba de menos a los pacientes, el trato con las personas. Siempre fue una ilusión tener mi propia clínica y con el apoyo de mi familia, decidí que el momento era ahora. Me puse a buscar locales… Yo vivo en esta zona y me gustaba mucho. El segundo día de búsqueda vi este local y entraba dentro de las características que buscaba.

¿Cómo te ha acogido el barrio?

Muy bien. Al principio tenía un poco de miedo, pero tenía mucha confianza porque sé cómo es la gente de aquí. Desde el primer día estoy encantada… Los vecinos me recomiendan y me apoyan un montón… Esa es la mayor satisfacción.