Movilidad

La Intermodal de A Coruña un paso más cerca

Tras años de un retraso escandaloso, de complejos y farragosos trámites administrativos y desavenencias institucionales; la intermodal de A Coruña comienza a construirse.
La Intermodal de A Coruña un paso más cerca
Intermodal
Intermodal

El pasado 28 de septiembre fue el primer día de las obras que, al menos en el papel, durarán hasta 2025. Aunque las fechas, en el asunto de la Intermodal, siempre hay que cogerlas con pinzas.

A finales de mayo del año pasado recibíamos la noticia de que el Ayuntamiento, la Xunta y el ADIF habían firmado el convenio para ejecutar la reforma de la terminal ferroviaria y la construcción de la nueva estación de autobuses que formarán la futura intermodal. El proyecto suma más de 120 millones de euros.

La nueva estación partirá del edificio original de Antonio Gascué Echeverría, aunque con una nueva marquesina para los andenes y una pasarela peatonal que facilitará el intercambio con la terminal de autobuses. Se construirá, también, un párking subterráneo, se remodelarán las avenidas del Ferrocarril y A Sardiñeira para mejorar los accesos y conectar esa última vía con la avenida de Arteixo.

El proyecto también incluye otros pasos necesarios: Se reformará la plaza situada delante de la estación y se habilitarán nuevas zonas comunes.

Desfases y descompensación

Las obras de este tipo conllevan una complicada coordinación de instituciones: el concello, la Xunta, el Ministerio de Fomento, ADIF… Todas ellas con sus áreas concretas, sus técnicos y, no hace falta decirlo, sus prioridades e intereses. Una cooordinación que no ha sido ejemplar en el caso de la intermodal coruñesa y que trae consigo esta acumulación de retrasos y una descompensación evidente en la ejecución de las distintas partes que engloba la obra. 

Así, hoy nos encontramos con la terminal de autobuses mucho más avanzada que la de tren. En el primer caso, la construcción ya está adjudicada y con las primeras obras efectivas en marcha.

Mientras tanto, la terminal de tren sigue sin tener definida la empresa que se ocupará de ejecutar los trabajos. El gobierno central sacó el concurso a principios de verano, pero todavía no hay pasos definitorios. 

En 2009 el alcalde de A Coruña, Javier Losada, firmó un convenio con el entonces ministro José Blanco para ejecutar la obra de la Intermodal. Para aquel entonces parecía que A Coruña sería la primera de las grandes ciudades de Galicia en tener un complejo como este. Se preveía licitar los trabajos a principios del 2011 y finalizarlos en el 2012.

Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba y la crisis del 2018 obligó a redimensionar el proyecto que resultaba desmedido en su ambición. La tarea la llevó a cabo  el gobierno local del PP, que no puso en marcha las obras.

El siguiente ejecutivo local de la Marea rechazó de nuevo el proyecto, señalando que se trataba de una obra faraónica con unos gastos exagerados. La Intermodal necesitaba ser replanteada entonces.

En junio del 2019, Javier Losada, delegado del gobierno en ese momento, acompañado de la alcaldesa, Inés Rey, anunciaron la licitación de la obra, que no fructificó. La fecha límite era el 2021, pero las obras siguieron pospuestas. Poco después se desbloqueó la terminal de buses, gracias a un encuentro entre la regidora y Alberto Núñez Feijoo. Más tarde, ADIF planteó problemas al convenio para iniciar los trabajos y rompió los plazos, volviendo a quedar el proyecto en suspenso.

Hoy, las administraciones parecen haber hecho los deberes y han conseguido avanzar lo suficiente como para que los vecinos y vecinas de A Coruña vean en el horizonte la realidad de la intermodal herculina.

Esta realidad que forma parte de un proceso de modernización de las urbes, con el objetivo de hacer más eficientes los servicios y mejorar la movilidad de la ciudadanía, no deja de suscitar algunas preguntas. Sobre todo en barrios como el de Los Mallos que se verá radicalmente afectado por las obras. El nuevo acceso a la terminal de buses se hará desde la avenida de Arteixo, a través de la Sardiñeira; significando una reorganización del tráfico y de las edificaciones de la zona. Así mismo, los edificios terciarios proyectados en la intermodal pueden redundar en complicaciones para el comercio del distrito. Son preguntas, cejas que se levantan, pero que todavía no podemos responder. 

La Intermodal de A Coruña un paso más cerca