Viajes
Crónica de un viaje a Pulpí: Descubriendo joyas ocultas en el levante almeriense
Una presentación con historia
La presentación de la novela tuvo lugar en un lugar que parecía sacado de otra época, el Castillo de San Juan de los Terreros. Desde su posición dominante, la fortaleza ofrecía una vista panorámica que abarcaba la costa y el azul infinito del Mediterráneo. Allí, mientras los asistentes se congregaban, el viento susurraba historias del pasado, de batallas y conquistas, mientras, Jacinto, David y Juanba, el Concejal de cultura de Pulpí, con su prosa envolvente, nos transportaban a las profundidades de la selva amazónica. Era como si el poder de la narrativa y la historia del lugar se fusionaran, creando un momento mágico que ninguno de los presentes olvidará fácilmente.
Un museo que brilla con luz propia
Al día siguiente, el viaje continuó hacia un lugar que brillaba, literalmente, con luz propia. Visitamos el Museo de las Piedras Fosforescentes, el más grande del mundo en su tipo. Al entrar, uno es recibido por un despliegue de colores y luces que desafían a la oscuridad. Cada piedra contaba una historia, una historia de millones de años de formación y transformación bajo la superficie de la tierra. El museo no solo es un homenaje a la naturaleza, sino también un testimonio del compromiso de Pulpí por preservar y compartir su patrimonio geológico.
El alma de Pulpí en un encuentro con el arte
De la mano del concejal de cultura, Juan Bautista López Ruiz, tuvimos el privilegio de conocer al magnífico pintor, de fama internacional, Pedro Antonio Martínez Expósito, cuyo arte refleja el alma de su tierra natal, Pulpí. Sus pinceladas capturan la esencia del alma humana, la dureza y belleza de sus figuras, atrapa. En una sala adyacente también pudimos ver una exposición de fotografías de principios del siglo pasado, cuando Pulpí era prácticamente un desierto. Es en estos encuentros donde uno realmente entiende la conexión profunda que los habitantes de Pulpí tienen con su entorno y cómo este se refleja en cada aspecto de su vida, desde el arte hasta la economía.
En las entrañas de la tierra: La Mina Rica y la Geoda de Pulpí, destino para geólogos y aventureros
Pero si hay un momento que definió el viaje, fue nuestra incursión en la “Mina Rica”. No era simplemente una visita turística, sino una experiencia visceral. Descendimos al nivel 3, donde se encuentra la famosa Geoda de Pulpí, la más grande del mundo accesible al público. Estar allí, rodeado de esos cristales de yeso inmensos, casi surrealistas, te deja sin palabras. La magnitud de lo que la naturaleza puede crear, escondido a kilómetros bajo tierra, es algo que uno debe experimentar para realmente comprender.
Durante el recorrido por las galerías de la mina, se siente el peso de la historia en cada paso. La dureza de la roca y el esfuerzo que debieron de realizar los mineros para extraer hierro y plata en tiempos pasados son casi palpables. Es una experiencia que te conecta con la tierra, con su historia y con la gente que ha vivido de ella. Se puede afirmar que el tesoro más brillante de Pulpí es, literalmente, subterráneo. La Geoda de Pulpí, descubierta en 1999 en la Mina Rica, es la más grande del mundo accesible para el público. Esta maravilla natural, de 2x8, con cristales de yeso que alcanzan los dos metros de longitud, ha puesto a Pulpí en el mapa del turismo científico. La geoda es una atracción única que sorprende a geólogos, científicos y turistas curiosos de todo el mundo, deseosos de contemplar este fenómeno en primera persona.
Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que junto con el viaje que hicimos a La Palma, cuando el volcán aún humeaba, este año Pulpí ha sido otro destino ideal, sobre todo para aquellos con una inclinación por la geología y la aventura. Este pueblo, con su capacidad de sorprender y maravillar, es un recordatorio de que a veces, los tesoros más valiosos están ocultos, esperando ser descubiertos por aquellos que se atreven a mirar más allá de la superficie.
Un polo turístico en el levante andaluz todavía por descubrir
Pulpí, es realmente un pequeño municipio ubicado en el Levante almeriense, que ha resultado ser mucho más que un tranquilo pueblo. Este rincón de Andalucía, situado a menos de cien kilómetros de la capital provincial, es un ejemplo fascinante de cómo un núcleo relativamente pequeño puede convertirse en un motor económico y un imán para los viajeros. Con una base industrial robusta y atractivos turísticos únicos, Pulpí se destaca como un lugar de enorme interés en el sureste español.
Un potente motor económico. Un pueblo con más trabajadores que habitantes
A pesar de su tamaño, Pulpí sorprende porque alberga empresas de gran relevancia que impulsan la economía local y regional, generando empleo para más del doble de su censo, un número sorprendente considerando la población del municipio. Es decir, que quien está en paro es porque quiere. Este municipio posee una asombrosa capacidad para generar empleo y desarrollo económico. Con una población de alrededor de 11.247 habitantes, el municipio cuenta con empresas que emplean a más de 30.000 personas, una cifra que sobrepasa con creces la población local y refleja el dinamismo empresarial de la zona. En este municipio se fundó Makito, una empresa líder en el sector de regalos promocionales, abasteciendo a una vasta red de clientes tanto a nivel nacional como internacional. Otra de las joyas económicas es Cosentino. El Grupo Cosentino es un fabricante español de propiedad familiar, que produce y distribuye superficies para la arquitectura y el diseño. Sus marcas comerciales son Silestone, Dekton, Eco by Cosentino o Sensa by Cosentino. Además, en Pulpí, casi un desierto, se producen casi todos los pimientos y brotes de ensalada de Europa, ya que han desarrollado un sistema de riego por goteo tan sofisticado y competitivo que permiten que la Cooperativa Agrícola Peregrín, que se centra en la producción y exportación de frutas y hortalizas, una empresa familiar con más de 70 años de historia, sea otro de los pilares económicos de Pulpí. Peregrín, fundada inicialmente para la producción de alcaparras y almendras, se ha convertido en un referente mundial en la producción de ajo. Bajo la dirección de Felipe Gómez, la empresa ha crecido hasta superar los 100 millones de euros en facturación, empleando hasta 1.600 personas durante las campañas agrícolas más intensas.
Otra joya de Pulpí es Primaflor, una de las mayores empresas hortofrutícolas de la región. Con una gran capacidad de innovación y una fuerte orientación al mercado internacional, Primaflor emplea a miles de trabajadores en la producción y distribución de frutas y hortalizas. Esta empresa ha sabido combinar la tradición agrícola con las tecnologías más avanzadas para ofrecer productos frescos y de alta calidad en mercados de todo el mundo.
La visión de futuro también juega un papel fundamental en Pulpí. Proyectos como el Puerto Seco de Pulpí, una gran área logística para el Levante y el norte de Almería, están en marcha para seguir impulsando la economía comarcal y reducir la huella de carbono mediante la optimización de los costes de transporte.
Estas empresas no solo generan empleo, sino que también contribuyen al crecimiento económico de la región, atrayendo a trabajadores de municipios cercanos y situando a Pulpí como un punto clave en el mapa industrial de Almería.
San Juan de los Terreros: Un paraíso turístico
A tan solo unos kilómetros del núcleo principal de Pulpí, la pedanía de San Juan de los Terreros ofrece un contraste sereno al bullicio industrial. Este enclave costero es conocido por sus playas extensas y tranquilas, que cada verano atraen a miles de turistas en busca de sol, mar y descanso. Las playas de Terreros son perfectas para familias y aquellos que buscan escapar del turismo masivo que caracteriza a otras partes de la costa mediterránea. A una gallega de adopción le sorprendió que el agua estaba muy agradable para el baño, sin ser un caldo, como en Tarragona, porque Terreros goza de la influencia climática de la proximidad de las corrientes del estrecho.
Pero no solo de playas vive San Juan de Los Terreros. Su castillo, una fortificación del siglo XVIII, se erige majestuoso sobre un acantilado, ofreciendo vistas espectaculares del litoral. El castillo ha sido restaurado y es un punto de interés histórico que añade un atractivo cultural a esta pedanía.