Entrevista a Isabel Castro, de Joyería San Marcos

Estoy agradecida al barrio de Los Mallos

El 31 de Enero, después de 48 años Joyería San Marcos cierra sus puertas. Isabel Castro, de profesión relojera y propietaria de Joyería San Marcos, se jubila.

Estoy agradecida al barrio de Los Mallos
Isabel j sanmarcos
Isabel Castro, de Joyería San Marcos

La Joyería San Marcos realizó su apertura en el año 1968, siendo sus padres quienes la abrieron, Isabel comenzó a trabajar en ella en el año 1971 con 14 años, ella y su padre trabajaron juntos hasta 1990, cuando abrieron otra joyería y en esa ampliación de negocio, Isabel quedó al frente del negocio en Los Mallos. Lleva 45 años trabajando en su joyería en el barrio y ahora se jubila.

Isabel, llegas al final de toda una etapa con el negocio, ¿cómo te sientes?

Estoy contenta, voy a dar un cambio. Cambiar de rutina diaria, experimentar otras cosas, atender a mis hobbies, etc. Por otro lado, me da pena, es toda una vida y este negocio forma parte de mí. Así que veremos cómo me siento cuando cierre definitivamente la puerta.

A través de tu negocio has visto cómo ha cambiado el barrio, la gente, el mundo. Cuéntanos un poco cómo ha sido todo ese transcurrir.

Fíjate, estamos hablando de la época de Franco, en ese momento la gente contaba con lo básico, no tenía economía para comprar relojería ó joyería, poco a poco la economía comenzaba a crecer y los vecinos de nuestro barrio, gente obrera,  comenzó a comprar en relojería y joyería, era una pequeña inversión que se hacía.

Vino en esa época la revolución en relojería con los japoneses, en los años 70. Los relojes japoneses de acero con esfera de colores y automáticos, eso fue una explosión. Después, a principios de los 80 llegan los relojes electrónicos, los de pilas, los digitales y las grandes firmas formaban a los relojeros en la parte electrónica dándonos cursos, yo misma participé en esas formaciones en Barcelona.

Esto que te cuento fueron las grandes novedades del sector de finales de siglo. Ahora, ya en este siglo se incorpora el analógico y digital y todo es reloj de cuarzo, la mecánica queda para el reloj suizo y japonés de alta calidad.

Isabel, has acumulado mucha experiencia y ahora te vas. ¿Qué experiencia nos puedes dejar? 

Pues yo creo que la tienda de barrio tiene que especializarse e incorporar las nuevas tecnologías para poder sobrevivir.
La competencia de las grandes áreas y de la venta por internet es una competencia fuerte y la especialización del negocio es fundamental, incorporando todo aquello que ayude a potenciar las ventas del negocio.
También es importante aportar al barrio, ganas de trabajar en conjunto, tratar de renovarse, asociarse a las asociaciones, luchar, aportar ideas, apoyarse entre todos, ayudarse, empujar.

¿Que agradeces al barrio?

Pues, he crecido como persona en él, he criado a mis hijas, les he formado y pienso envejecer en él. Estoy agradecida al barrio, he podido mantener un negocio muchos años en él.

¿Qué más nos quieres decir?

Le digo al Concello, que estamos al final de la ciudad, pero que estamos aquí y somos un barrio grande, que no nos quiten, que nos pongan, por ejemplo más autobuses, que luego nos dicen que usemos el transporte público y no el coche, y que por cierto también han desviado el servicio de la línea 11 para favorecer a las grandes áreas comerciales, y nos dejaron con menos servicio a los vecinos.

Para ir al centro tenemos una sola línea con intervalos de espera casi de media hora, necesitamos otra línea más para el barrio, el asfaltado de calles, incorporación de ascensores en edificios antiguos, etc.
Que los políticos bajen a los barrios y trabajen con y por la gente.
Muchas gracias

Estoy agradecida al barrio de Los Mallos