Siglo XIX. Lo estudiaron por ámbitos e hicieron un mural fotográfico artístico. Nos cuentan que “el árbol es la primera mitad del siglo XIX (las ideas estaban muy enraizadas). Los pájaros simbolizan la segunda mitad del siglo que ya iba experimentando algún cambio. Las jaulas simbolizan niños que trabajaban como niños encarcelados; eran niños que trabajaban 14 horas diarias por una miseria.
El mar, el campo, una fábrica. Son testimonios de personas de la época. El mural es interactivo: hay que tocarlo, darle la vuelta a algunos elementos para poder leerlos...

Ámbito familiar: prácticamente vivían todos juntos, hacinados... varias familias juntas. Las mujeres trabajaban fuera de casa, en fábricas, por lo que eran consideradas “malas madres”. Drogaban a los niños con adormideras para dejarlos en casa de la vecina y que no dieran la lata. Los niños tenían dos salidas: o callejear o ponerse a trabajar. Y los padres, solían tender al alcoholismo, que era la única vía de escape que les quedaba ante una vida tan amargada.

Ponemos también un testimonio de la alta sociedad y otro de la fábrica. Buscamos datos sobre todo en España, por ejemplo: en Cataluña, había 1.600 fábricas en las que trabajaban 31.000 personas, de las que 19.000 eran mujeres y 10.000 eran niños. En el ámbito sanitario nos llamó la atención que estaba de moda sacarse fotos con los niños muertos: que pasaran de los cuatro años era complicadísimo, que llegaran a los siete, un milagro. 

En el ámbito educativo, es cuando aparece el Informe Quintana, que es el primero que plantea una educación pública para todos los ciudadanos... hubo un amago de cambio.

Y en la segunda mitad del siglo XIX hay una nueva imagen de la infancia, empezó a haber muchos cambios. En el ámbito laboral salieron las primeras leyes que regulaban, limitaban el horario a 10 horas, niños mayores de 8 años... En el ámbito sanitario había una asociación que donaba leche...

En el ámbito educativo, con la Ley Moyano empieza la educación pública y gratuita con una ley que duró más de 100 años, cosa que nos llamó la atención.

En el ámbito carcelario los niños iban a la cárcel junto con los mayores.
Los niños trabajaban en las minas en malas condiciones, con afecciones y respiratorias, a lo que había que añadir el maltrato: patadas, latigazos...”
Además de las fotos el mural tiene un vídeo.
¿Qué rescatáis de hacer el trabajo así?
De esta manera aprendes más que “empollando”, porque te hace “tocar” todo y, sin querer, aprendes; ves cosas que te llaman la atención y te hacen fijarte más.
Es un método didáctico que hace que se te queden las cosas mucho más claras.