Fernando Saavedra Fontela es topógrafo, pero desde junio del 2022 también es la persona detrás de Demay Dem. La expresión proviene del wolof, una de las lenguas de África, y significa “voy a ir”. Su nombre está estrechamente ligado con la esencia del negocio, pues su objetivo es conquistar a A Coruña con los colores y la extraordinaria belleza de las telas wax. Así, a través de la explosión del color que ofrece la técnica batik de teñido de tejidos, Fernando traslada algo de la indómita naturaleza y la cercanía de las gentes, que le conquistó cuando conoció la África rural.

Fernando llegó al continente africano por motivos profesionales: “Empecé trabajando en Angola con proyectos agroindustriales. Allí realizábamos una empresa de envasado de zumo de tomate. La cosa era convertir su producción local en una industria”. Allí estuvo tres años, pero continuó conociendo más del continente. Después estuvo en Luanda participando como topógrafo en la construcción de una escuela de pescadores. El periplo le llevó también a Senegal. Todo un paseo que fue despertando el germen de una idea.

“A mí me fascinó África desde el primer momento. Yo no estaba acostumbrado, allí los contrastes son inmensos… A nivel material, pero también a nivel espiritual. Lo que me fascinó fue su mentalidad, les vi un punto de libertad que nosotros no tenemos”: señala Fernando, recordando aquellas primeras impresiones que se le quedaron grabadas. “Nosotros estamos siempre pensando a largo plazo y eso en ocasiones nos limita. No pensamos en que cada día pasa y qué es lo que tiene que acontecer en ese día. Esa manera de pensar les proporciona, a mi forma de ver, una libertad que yo envidiaba.”

Lo de Fernando y las telas wax fue amor a primera vista. Quería traer a España la explosión de sensaciones que a él le habían conquistado en forma de camisas, camisetas, pantalones… Compró algunos paños y, cuando volvió a España, hizo su primer intento. Por distintas razones la idea no terminó de cuajar, pero Fernando no se rindió. Más bien, decidió que el paso siguiente para cumplir aquel objetivo era aprender a confeccionar: “Se me quedó la idea de aprender a coser. Tenía 50 metros de tela a los que tenía que dar un uso… Cuando volví de Angola, me apunté a un curso de costura”.

En la Academia Jofra, Fernando se formó en confección y patronaje. En 2021 volvió de Senegal de participar en su último proyecto y, para entonces, la idea ya había tomado forma: “Cuando se terminó mi contrato vine aquí y me dediqué exclusivamente a montar este negocio”.

Demay Dem abrió las puertas en junio de 2022 en el Agra del Orzán. El barrio fue una casualidad, pero tal y como señala Fernando, “una casualidad afortunada” porque le han recibido muy bien. “El primer mes fue una explosión… La gente entraba porque es algo llamativo, algo diferente”, afirma Fernando, aunque todavía echa de menos que más gente joven se interese por el producto. “Con estos tejidos puedes hacer cualquier cosa. Esa es la idea, Yo vendo las telas para que cada uno personalice lo que quiere hacer.”

Las protagonistas del negocio son las telas wax (cera en inglés) teñidas mediante la técnica Batik. Se trata de tejidos de algodón orgánico muy coloridos y cuyos estampados suelen estar relacionados con la naturaleza o con motivos rituales propios de sus zonas de origen. En Demay Dem también tienen su propia colección que va desde la ropa de vestir, hasta cualquier complemento: sombreros, bolsas, neceseres, cintas para el pelo, monederos… Un sinfín de artículos que han convertido aquella visión que tuvo Fernando al conocer África, en una realidad en A Coruña.

www.demaydem.com.