Viento del Este

En el año 2010 publiqué una foto de mi esposa con la Torre de Hércules al fondo. Uno de mis amigos de la India -Shantanu Dhamija- comentó al respecto: “Hércules viene de Hari Ko Kul; el Señor Krishna viajó a través de los Himalayas después del Mahabharata y llegó a Grecia. Una parte de la historia de India. Balaram se convirtió en Hércules y Krishna fue conocido como Apolo. (Nota: Hari Ko Kul, es un apelativo para Balaram, hermano de Krishna).
Vicente Risco haciendo un asana de Yoga
Vicente Risco haciendo un asana de Yoga

Desconozco la realidad histórica de esta narración, pero la relación entre India y Grecia está evidenciada por la historia y el arte greco representando a figuras Indias como el propio Buddha.

Desde joven me fascinó la búsqueda de la espiritualidad de oriente y así traté de aprender de pioneros como Paul Brunton o Mircea Eliade que se sumergieron en la sabiduría de Oriente y no solo desde el punto de vista teórico. Allá por los años 70 en Venezuela cuando exploraba mis orígenes culturales tuve la sorpresa de ver que también el movimiento galeguista de principios del Siglo XX había vuelto su mirada a Oriente en busca de respuestas. Las primeras pistas las tuve leyendo a Vicente Risco y descubriendo que él y Castelao, habían estudiando a conciencia el Buddhismo y hasta se habían atrevido a profundizar el “Devanagari”, alfabeto sánscrito en el que se escribieron muchas obras fundamentales para entender la filosofía y el pensamiento espiritual de la India. Risco llegó a afiliarse a la Teosofía y a ejercitarse en yoga. ¿Pero quién trajo esa semilla a ese terreno de pensamiento tan fértil? Yo me inclino a ver en Mario Roso de Luna esa figura. Roso de Luna es como un renacentista aplicado a buscar aquellas fuentes espirituales que la llegada del cristianismo terminó ocultando. Pionero en el estudio comparado de las religiones y también de los fenómenos paranormales y los mitos autóctonos como La Santa Compaña o la Vaca Astral. 

Por esa época también existen ya en Galicia varios grupos dedicados al estudio de la Teosofía, entre ellos el Grupo Marco Aurelio de Pontevedra y aunque es algo que aún no tengo verificado también parece cierto que existieron grupos espiritistas de la Línea Kardesiana. ¿Pero por qué esa fascinación por lo oriental en aquellos pensadores de principios del siglo XX? Hablamos de una época cuando la India y Oriente en general estaban a mucha mayor distancia práctica que hoy. La información se movía con lentitud, las diferencias socioculturales eran mucho más marcadas y es sabido que lo exótico siempre cautiva las mentes inquietas y aquella generación estaba llena de ese tipo de mentes. 

Pero ese exotismo tenía un precio en una España bajo el control clerical. Así es que Roso de Luna, que además era astrónomo y que tiene un cometa y 3 estrellas temporarias con su nombre, no pudo acceder a una cátedra bajo la “terrible” acusación de ser budista. 

Y para rematar este pequeño paso por la Galicia que mira a Oriente señalar que Coruña, vio nacer a uno de los genios del esoterismo mundial. Un hombre de gran cultura, estudioso de la espiritualidad de Oriente y Occidente y autor de libros y tratados de ocultismo de gran importancia. El Doctor Gerard Encousse, conocido más popularmente como “Papus”. 

A partir de los años 70, la conexión con oriente a nivel mundial ha cambiado tanto por el transporte como por los medios de comunicación que facilitan una información que hace apenas 100 años era difícilmente asequible para la mayoría de la gente. Solo me basta recordar cuando comencé a interesarme en estos temas cómo era de compleja la labor de visitar bibliotecas, buscar detenidamente muchas veces sin índices y por supuesto sin digitalización, datos, referencias, citas y organizar ficheros temáticos que permitieran hacer un estudio medianamente armónico. Hoy, tenemos el milagro de llevar en el bolsillo caudales inacabables de información con lo cual la labor ahora consiste en separar el trigo de la paja, que tampoco es sencilla, pero llevando menos peso.