El movimiento en las aulas: potenciando el aprendizaje activo de los niños y niñas

Ya sabemos que los niños y niñas deben ser sujetos activos de su aprendizaje, lo vimos en el artículo “el espacio también educa”. ¿Qué significa esto? Que la infancia no debe simplemente recibir información, asimilar datos y probar que ha memorizado lo que le han dicho. 
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No. Ser un sujeto activo implica formar parte del proceso, aportar algo al mismo. Para aprender, la infancia debe estar dentro del aprendizaje. El espacio, es imprescindible para conseguir esto de lo que hablo, pero el movimiento no se queda atrás. 

Cierra los ojos e imagina un aula de primaria o secundaria. La que yo veo es ésta: mesas individuales, sillas orientadas a una pizarra. Una profe que se mueve por toda el aula y un alumnado sentado, quieto, que no debe hablar sino escuchar, anotar información. No sólo es que no promovamos el movimiento en las aulas, es que lo castigamos. 

El movimiento. algo tan necesario para aprender con nuestro cuerpo. Porque nuestro cerebro no está separado de nuestro cuerpo, “somos seres encarnados”, dice Cynthia Santacruz. Aprendemos con el cuerpo, con nuestros sentidos. Estar todo el tiempo sentados nos convierte en un receptáculo en el que la información se deposita, mientras que lo que tenemos que buscar es un alumnado que va hacia la información, que la coge, la hace suya. 

El movimiento nos personaliza, nos individualiza. Ya no somos un conjunto de cabezas que se mezclan unas con otras al fondo de la clase, somos seres individuales con movimiento propio. El movimiento nos empodera, nos hace parte de las decisiones, nos dice que lo importante no es lo que nos cuentan sino cómo se aplica lo que nos cuentan a nuestra vida. Y por supuesto el movimiento nos despierta. Sabemos lo beneficioso que es el ejercicio físico para nuestro cuerpo y nuestra mente. ¿Por qué nos empeñamos entonces en hacer las tareas que tienen que ver con el aprendizaje siempre sentados/as? 

Desde pequeños descansos cerebrales (brain breaks), hasta ejercicios que impliquen estar de pie o moverse por el aula pasando por poder tener libertad para levantarse o ir al baño dentro de la misma, el movimiento hace el aprendizaje de nuestros niños y niñas algo de lo que forman parte y no algo de lo que se les hace saber.