Es maravilloso ver abrirse paso a nuevas generaciones, que encuentran su vocación en las raíces de oficios que pareciera quieren ser enterrados por la era industrial. Lorena es la Directora de la Academia 13 razones, donde se forman mujeres y hombres que por vocación aprenden a crear prendas para personas reales, adaptándose perfectamente a su cuerpo. Además propone en su Academia la Costura Creativa Infantil en donde, en general las niñas, piden a sus padres aprender.
Lorena, ¿cómo comenzaste tu proyecto?
En primer lugar, os hago una breve presentación. Nací en un pueblo de León y mi sueño era formarme y trabajar en una gran empresa de la moda, cómo no, en Coruña, el sueño de muchas/os jóvenes que estudiaban esta profesión. Comencé mi carrera de Patronista Escaladora y fui descubriendo hasta que me titulé que no me gustaba, lo encontraba todo demasiado inflexible.
Seguí buscando cómo formarme en el mundo de la moda y descubrí el Sistema Martí, de la que soy profesora titulada. Este sistema me convenció totalmente, aquí reforcé mi vocación: la Modistería Artesanal, que es la que enseño en mi academia.
El proyecto transitó por varias etapas; como te comentaba, mi sueño era trabajar en una gran empresa de moda, uno de los motivos de vivir en Coruña, el primero ha sido por amor, vine a Coruña por amor y me quedé por trabajo, bueno también por amor.
En esta primera etapa, quería una entrevista con una gran empresa, conseguí que me entrevistaran y cuando me recibieron me dijeron: “ahora mismo no necesitamos a nadie”. Me quedé exhausta y en momentos me planteé enfadarme o tragar saliva y hacer mi presentación afirmando mi valía. Eso hice, avancé en mi presentación hasta el final, me enseñaron los talleres, etc. y terminaron felicitándome por mi trabajo y que pasarían mi contacto a otra oficina. Salí de allí con la determinación clara de que en ese mundo no quería desarrollar mi profesión. Soy una persona familiar, humana, me gusta la relación sana con las personas, allí encontré robots, algo muy frío.
En la segunda etapa cogí mi maletín y recorrí las tiendas de telas de la ciudad, presentando mis trabajos y cómo cosía. Comenzaron a encargarme trabajos y en una ocasión, por medio de una de las tiendas, me llegó una chica que tenía un trabajo de final de carrera. Se lo hice y me planteó si le daba clases. “Claro que sí”, respondí.
Yo cosía en casa, como las señoras de antes y ahí comencé a enseñarle a mi primera alumna, vinieron más y como ya no cabíamos en casa, comencé a buscar un local. El 21 de Diciembre del 2017 me “tocó la lotería”: encontré el local que ya hacía un tiempo miraba y vi que se alquilaba. En ese mismo momento tomé contacto con el propietario y el día 22 ya tenía el local que me encantaba de 36 metros, mi Academia.
En el 2018 viene la ampliación del espacio, queda libre el local de al lado y sin dudarlo amplío la academia, hoy tengo 120 metros cuadrados de instalaciones.
Mi objetivo es dar valor a la modistería artesanal. El mundo de la moda se torna difícil y la moda parece que está hecha para personas flacas, sin tetas ni culos, y no puede ser así. Tenemos cuerpos muy diferentes y necesitamos prendas adaptadas a nuestros cuerpos. Las personas que nos gusta el mundo de la moda, debemos ocuparnos de esto y que las personas tengan la ropa en la que su cuerpo está cómodo y muestra su encanto.
La moda industrial funciona de otra manera, hay un solo modelo de cuerpo y es para ese para quien se hacen las prendas.
Hay diseñadores/as que no tienen en cuenta el patronaje y la confección, sin darse cuenta de que no es viable el diseño que proponen, son los patronistas y modistas quienes tienen que rectificar el trabajo y estos no suelen ser valorados.
Es uno de mis empeños, dar valor a la modista, que es la que también hace el patrón y realiza la confección completa de una prenda. Y la diferencia entre la prenda industrial y la artesanal es muy grande, cómo cae la prenda en el cuerpo, cómo sienta en el cuerpo, la duración de vida que tiene…
Ahora, hablemos de la formación en la Academia
La Academia tiene, podíamos decir, distintas secciones: las/os alumnos que vienen a formarse y a obtener la titulación de Profesor/a del Sistema Martí; las personas que vienen a aprender o perfeccionarse; y la costura creativa infantil.
En la parte de la formación académica, se forman en modistería artesanal, en donde aprenden a crear una prenda desde el principio al final: patrón, modista, confección. Y obtienen la titulación de Profesor/a titulada del Sistema Martí.
A partir de Enero ponemos en marcha el patronaje por ordenador y la titulación de patronista del Sistema EDA, es el sistema industrial, pero se basa en la confección a medida, no es de una tabla industrial, sino que partes de una tabla de varias medidas que le has hecho a diversas personas.
Luego tenemos a las personas que vienen a aprender o perfeccionarse, que son muy diversas y el taller creativo infantil dedicado para niñas y niños. En este momento tenemos a 19 niñas que son ellas mismas las que les piden a sus padres asistir a clases.
En la academia se mezclan las diversas generaciones y se crea un ambiente muy bonito, con vínculos lindos y hay mucha alegría.
¿Cuáles son las opciones laborales para una persona que se forma en Modistería Artesanal?
Todo el campo del mundo de la moda: modista, patronista, confección de talleres, profesora del Sistema. Se forma en la base y desarrollo del mundo de la moda.
¿Cómo dibujas el futuro?
El proyecto comenzó con 36 metros cuadrados y ya tengo 120 metros. Quiero que salgan de aquí las modistas/os de verdad, que la calidad esté avalada por el trabajo que se hace y cuando le pregunten en dónde se formó diga “en Academia 13 razones” y eso sea un aval. Y un sueño es poder becar a personas que no tienen los suficientes recursos y que tienen mucho potencial. Y seguir mi plan, que se va develando a cada paso que doy.
