Laura García estudió Traducción e Interpretación. También se ha formado en enseñanza y crianza respetuosa. Está especializada en inglés. “La traducción me encantó y me lo pasé muy bien en la carrera, pero no me quería dedicar a eso. Tuve un par de años muy duros porque no sabía qué hacer con mi vida. Durante la carrera yo había estado dando clases de refuerzo de inglés y francés. Sabía hacerlo, se me daba bien y así me sacaba un dinero y al menos invertía el tiempo en algo”, cuenta Laura. 

Pronto, Laura se dio cuenta de que enseñar no sólo le gustaba, sino que además a los demás les gustaba cómo lo hacía. Se enfocó en la docencia, aprendiendo paso a paso hasta que en 2020 tomó la decisión de montar su propio proyecto. “La idea iba cuajando y encajando: Va a ser un centro de inglés para la infancia y la adolescencia. Empecé a investigar, empecé a ahorrar y en septiembre de 2022 lo abrí. El proyecto todavía está creciendo y está modificándose, pero la idea está ahí. Quiero un centro donde se le enseñen idiomas a la infancia jugando y explicándolo de forma natural. Complicamos la idea de aprender un idioma cuando los idiomas son una cualidad innata para el ser humano.”

En Equipo Idiomas están presentes distintas metodologías, principalmente el aprendizaje mediante el juego. “A mí me encanta jugar. Un juego al final es una situación que habitualmente pasas con otras personas, donde tienes que tomar decisiones y arriesgarte, seguir las normas y te lo pasas bien”.

 Las clases de Laura tienen tres pilares básicos: movimiento, creatividad y pensamiento crítico. Todo en ellas se enfoca hacia la finalidad de que sus alumnos y alumnas puedan pensar y desarrollarse en un nuevo idioma de forma natural. “Desgraciadamente no todo es juego. Algunos vienen aquí porque suspenden en el colegio o en el instituto y yo entiendo que esa sea la prioridad. Hay clases donde apenas hay sitio para el juego porque hay que entender lo que pone en el libro y hacer los deberes. Yo intento hacer el temario lo más lúdico posible. Siempre que se puede, se juega. Es que no hay color porque el juego es el método natural del aprendizaje”, explica Laura.

Equipo Idiomas se llama así por algo. Concretamente por dos razones: porque Laura es del equipo de los idiomas y porque entiende que la educación es un trabajo colaborativo en el que quien aprende, quien enseña y las familias tienen que comprometerse para remar en la misma dirección: “Aquí no hay ningún niño a disgusto, eso es muy importante. Hay familias que se tiran a la piscina contigo y eso es precioso. A veces hay escepticismo, pero mi trabajo también es comunicar lo que estamos haciendo de forma que todo el mundo pueda entenderlo y negociar”.

Detrás de este proyecto hay muchas cosas. Entre ellas, el aprendizaje que Laura ha adquirido de otras profesionales como Patricia García y su desarrollo de la creatividad mediante aulas temáticas, entre otras. Destaca, sobre todo, la inspiración que ha sido su madre en cada paso de este proyecto: “En cada decisión que tomo en la academia, pienso en cómo le sentaría eso a mi madre como madre. Por ejemplo la sala de espera o de estudio. Si tienes varios hijos y tienes que dejar a uno en inglés y después llevar al otro a baloncesto…  Yo recuerdo a mi madre que decía: Si tuviera donde dejar a la niña media hora. Pienso mucho en ella y por eso me gustaría mucho agradecerle lo que me ha dado y lo que me sigue dando”, cuenta Laura.

Lau, como le gusta que la llamen, es una profe de inglés especial y dedicada, pero también y en sus palabras: “Era esa alumna del montón que pasaba desapercibida. Ahora lo que más me gusta es hacer cosas para esos alumnos que, como yo, pasan desapercibidos y nadie les da mucha importancia”.