Mujeres que cuentan

Hae Jin Suh, oncóloga y dermatóloga: “La complejidad de un cáncer requiere de mucho conocimiento médico, pero también de la compresión del ser humano como un ser único al que hay que tratar globalmente”.

Hae Jin es coreana, sus padres, acupuntores titulados, ejercen en Vigo y Pontevedra la medicina tradicional China, desde hace más de tres décadas. Ella tuvo claro desde pequeña que se dedicaría a aliviar el dolor y las enfermedades. Se especializó en oncología en Navarra, luego realizó de nuevo el MIR y sacó, también, la especialidad en dermatología.
Hae Jin Suh, oncóloga y dermatóloga: “La complejidad de un cáncer requiere de mucho conocimiento médico, pero también de la compresión del ser humano como un ser único al que hay que tratar globalmente”.
Hae Jin
Hae Jin

Ha sido número uno de su promoción, pero cuando conversa, quizá por ese sentido de lo colectivo que tienen los asiáticos, sólo le da importancia a su contribución a encontrar soluciones para sus pacientes. La influencia de ambas culturas la construyen como un ser excepcional y es así como desea tratar a cada uno de sus pacientes, siguiendo esa máxima hipocrática que individualiza el proceso de la enfermedad: “no existen enfermedades, sino enfermos”

Cuéntate en pocas palabras

Me esfuerzo por ser siempre una persona seria, trabajadora y confiable, proyectando al mismo tiempo un trato fácil, cercano y agradable: no entiendo que las cosas del día a día no se afronten con una sonrisa. Me llena aprender cada día cosas nuevas y no dejar de comprobar que el mundo está repleto de cosas y personas alucinantes, sobre todo en los lugares más insospechados. Los paseos por el bosque, por la playa o donde sea que haya naturaleza me dan la vida, y no dejo de soñar con todos los sitios que me quedan por visitar, que son todos.

¿Cómo definirías tu trabajo, tu ocupación actual?

No me preocupa admitir que mi trabajo es lo que soy. Desde niña, tuve claro que quería ser médico, no veía una vía más directa para tener un impacto positivo en las vidas de los demás. Ahora que soy adulta, entiendo que hay otras miles de formas de ayudar a las personas a tener una vida más digna y feliz, pero a mí me encanta tratar cada día con la gente, ver las caras de las personas y percibir el cariño que se genera cuando se sienten escuchadas y arropadas; cuando un paciente se marcha de mi consulta con una sonrisa, sé que estoy donde tengo que estar.

¿Qué te hace única?

Pues, sinceramente, mis raíces. Mi historia. Podría decir las típicas cosas que pienso que me hacen única y blablabla, pero soy consciente de que mis aptitudes no son exclusivas, por especiales que sean. Lo que me hace única, es mi historia. Es lo que nos hace únicos a todos. Soy consciente de que soy quien soy por las cosas que han pasado en mi vida y las personas que me han rodeado. Mis valores y mis convicciones son herencia de la vida que me ha tocado vivir.

¿En qué ocuparías tu tiempo, si no tuvieras que trabajar para mantenerte?

Seguramente acabaría haciendo lo que hago ahora, ¡aunque con un poco más de flexibilidad en los horarios!

¿Cuándo y por qué razón te han dado las gracias últimamente?

Me dan las gracias todos los días. Tengo la suerte de dedicarme a una profesión que consiste en proporcionar soluciones.

¿Cómo titularías la película de tu vida?

Está bien (eso de intentar ser buena persona).

¿Te quedan sueños sin cumplir?

Por supuesto.

¿Qué cosas temes?

Lo que tememos todos: el dolor, la soledad, el sufrimiento… Y las olas gigantes.

¿Una meta alcanzada y otra por conseguir?

Meta alcanzada: día terminado dignamente. Meta por conseguir: terminar mañana dignamente.

Nunca te acuestas sin…

Limpiarme los dientes.

Hae Jin Suh, oncóloga y dermatóloga: “La complejidad de un cáncer requiere de mucho conocimiento médico, pero también de la compresión del ser humano como un ser único al que hay que tratar globalmente”.