Salud mental

“El mensaje más importante que necesita tener una persona que piensa en el suicidio es que hay esperanza”: Chus Bello Souto, Psicóloga

Durante los últimos años la preocupación al respecto del suicidio ha crecido, al mismo tiempo que veíamos aumentar los casos en el panorama nacional y, también, en el autonómico y local.
“El mensaje más importante que necesita tener una persona que piensa en el suicidio es que hay esperanza”: Chus Bello Souto, Psicóloga
Suicidios
Suicidios

Se trata éste de un tema complejo, multifactorial y que afecta a la sociedad en su conjunto, por lo que es importante profundizar en la información al respecto.

Desde el año 2018 las cifras de los casos de suicidio no han parado de crecer en nuestro país. La pandemia y sus consecuencias han agravado el problema todavía más. En 2021 en España se registraron 4003 fallecimientos por esta causa. Una cifra que significa 11 suicidios diarios, tal y como señalan las cifras del INE en su último estudio al respecto. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija la media mundial de suicidios en 9 por cada 100 mil habitantes. La mitad de nuestro país supera esa media, concretamente 21 provincias, tal y como se extrae del estudio “Evolución del suicidio en España en este milenio 2000-2021” de la Universidad Complutense de Madrid. Entre ellas están algunas de las gallegas. Lugo es la que presenta la tasa más alta con un 15,6. A Coruña, por su parte, también supera la media mundial con un 12,93.

En el 2021, 331 personas se quitaron la vida en Galicia, alcanzando la cifra más alta del último lustro y colocando a nuestra comunidad como la segunda con mayor número de personas fallecidas por esta causa.

Estas cifras han crecido también a nivel global y han llevado a la OMS a declarar a la depresión y al suicidio como problemas de salud pública. Una preocupación que se traslada a las administraciones nacionales y autonómicas. En España, desde el Plan de Acción para la Salud Mental (2022-2024) se puso en marcha el número 024 de atención a la conducta suicida. La línea comenzó a funcionar el mayo pasado y recibió más de 14.000 llamadas en su primer mes en funcionamiento, entre las que se detectaron más de 200 suicidios en curso. La línea “Llama a la vida” está operativa las 24 horas del día y todos los días del año para atender a personas en riesgo, familiares y allegados. En el marco del “Plan de salud mental de Galicia 2020-2024”, nuestra comunidad autónoma contará a lo largo de este año con 5 nuevas unidades de atención a personas en riesgo de suicidio. Se conseguirá así que exista una en cada una de las áreas sanitarias de la comunidad.

Estas son algunas de las medidas que la Administración está implementando para tratar de disminuir las preocupantes cifras que dibujan la radiografía de la primera causa de muerte externa de nuestro país. Sin embargo, todavía queda trabajo. Sobre todo teniendo en cuenta que en datos preliminares del INE, se refleja que en 2022 el número de suicidios continuó al alta. Por eso, es imprescindible contar con información adecuada acerca de esta problemática y de la salud mental en general. Para ello, hemos contado con la opinión de la psicóloga Chus Bello Souto.

Observamos un aumento de los casos de suicidio en España ¿a qué crees que se debe?

Cuando una persona se suicida, quiere decir que ha llegado a un punto de su vida en que no tiene esperanza de que su situación vaya a mejorar, se encuentra sin fuerzas, y con un malestar emocional importante. En estos últimos años, tanto la pandemia como los condicionantes sociales han actuado como un detonante que ha hecho que la percepción de la calidad de vida de las personas, y su salud mental, hayan empeorado, y esto repercute sin duda en una mayor tasa de suicidios en nuestra comunidad. 

¿Cuáles son las edades más vulnerables a este respecto?

Los jóvenes y las personas ancianas son las más vulnerables, cada rango de edad por unos motivos, pero serían los más propensos a llevar a cabo la autolisis. 

¿Existe alguna relación entre la tendencia en los suicidios entre los jóvenes y la exposición en las redes sociales o su relación con ellas?

Los jóvenes son un colectivo especialmente vulnerable a las redes sociales, ya que pueden ser altamente influenciables, e incluso participar en grupos donde se hable de sus problemas personales y psicológicos desde una perspectiva inadecuada, que fomente patrones de conducta que inciten al suicidio y a patrones disfuncionales de comportamiento.

Otras veces las redes además suponen un foco más de que la persona se vea expuesta y pueda recibir críticas que puede no saber encajar, o incluso bullying, que sería otro de los riesgos de este medio de comunicación.

Si a esto le sumamos la influencia de las redes como una muestra de vidas / personas/ físicos “perfectos” también vemos una influencia negativa en el bienestar de los jóvenes, que buscan modelos de referencia. 

¿Por qué Galicia y A Coruña destacan en las cifras de suicidios?

No hay un factor claro de por qué en un momento determinado, una comunidad autónoma, o una ciudad en concreto se convierten en los lugares donde más fallecimientos hay por suicidio. Hablamos de una realidad multifactorial, pero quizás cabe señalar en Galicia un progresivo envejecimiento de la población y aislamiento social sobre todo en el rural. 

¿Qué debería alertarnos en nuestros seres queridos o en nosotros mismos para evitar un desenlace así?

Aunque no siempre es posible predecir cuándo una persona va a atentar contra sí misma, es habitual que veamos algunas señales en su comportamiento que pueden ayudarnos a estar alerta:

  • Un malestar emocional prolongado en el tiempo
  • En ocasiones un suceso puntual que impacta excesivamente en la persona
  • Pensamientos recurrentes de no valía, de que no merece la pena vivir, o de que ya no hay nada que puedan hacer
  • Desesperanza
  • Hablar del suicidio, y mostrarlo como una salida (aunque se cree que quien habla de suicidio no lo comete, es un mito que en muchas ocasiones se ha comprobado que no se ajusta para nada a la realidad)
  • Comportamientos de la persona como si se estuviese despidiendo, o cambios de comportamiento extraños que no encajan con su manera habitual de mostrarse

Estos serían algunos ejemplos. 

¿Se habla lo suficiente y con la suficiente responsabilidad acerca de la salud mental?

Creo que se está empezando a hablar más de la salud mental, y se está visibilizando más, algo que es muy positivo en la sociedad, ya que se puede ver cómo hay gran estigmatización de los trastornos mentales. Con todo, hemos ido avanzando, aunque no lo suficiente. Todavía hay muchos comentarios en los que se comparan problemas mentales, con estados de cualquier persona, y se frivoliza, del tipo: “soy bipolar” (por algún cambio de humor normal), “estoy depre” (por bajón o tristeza puntuales), “estás paranoide”, etc.

Añadir también que sería necesaria otra educación sobre salud mental, y que todavía no está suficientemente tratado, ni se ha facilitado que haya los recursos necesarios para ello (más unidades de salud mental, más profesionales, integración multidisciplinar, citas más continuadas y frecuentes, etc). En este sentido, queda mucho por recorrer, y por tomar conciencia de que la salud mental es fundamental para el bienestar de los seres humanos, como queda recogido en la definición de Salud que nos propone la OMS.

¿Qué debemos hacer ante una persona en riesgo por este motivo?

Lo primero es comprender que si una persona está en riesgo tiene que ver con un sufrimiento importante, y comprender que no pueda ver alternativas. Muchas veces serán las personas del entorno las que tengan que buscar y pedir ayuda profesional para tratar esta problemática, con especialistas (psicólogos, psiquiatras), que sepan cómo manejar este tema.

También es necesario apoyar a esa persona, transmitirle calma, y que no está sola para enfrentar el camino que le queda para salir de ese lugar en el que se encuentra. Ofrecerle en la medida de lo posible acompañamiento y afecto. Y por supuesto, no juzgar ni cómo se siente ni por qué ha llegado ahí.

El mensaje más importante que necesita tener una persona que piensa en el suicidio es que hay esperanza, no como algo abstracto, sino con ayuda para ver que hay posibilidad de salir de esa situación.

“El mensaje más importante que necesita tener una persona que piensa en el suicidio es que hay esperanza”: Chus Bello Souto, Psicóloga