Representante de las afectadas por el cierre del espacio de mujeres de la Cruz Roja

“Nos sentimos maltratadas institucionalmente”

Alrededor de 20 mujeres denuncian el desamparo al que se han visto abocadas por el cierre del “Espacio para mujeres” que ofrecía la ONG Cruz Roja Galicia para mujeres en situación de vulnerabilidad.
“Nos sentimos maltratadas institucionalmente”
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Las afectadas afirman haber sido engañadas por la entidad, que elimina las ayudas económicas y los talleres personales sin ofrecer alternativas. En su escrito de denuncia señalan que pese a que Cruz Roja Galicia explica el cierre por una cuestión económica, sus cuentas públicas reflejan un superávit de más de 1 millón de euros.

Estas mujeres han sufrido a lo largo de sus vidas diversas situaciones de maltrato que van desde la violencia de género hasta el abandono institucional y social. Situaciones las suyas que, en muchos casos, resultan insostenibles y para las cuales no encuentran solución. Hoy en día, en nuestra ciudad, los recursos disponibles para estas mujeres son escasos, cuando no inexistentes. Ahora deciden alzar la voz y contar su historia para que, por una vez las escuchemos.  

¿Cómo comenzó esta situación?

Yo, como víctima de malos tratos, pedí una serie de subvenciones pero en un momento se acaban y yo me quedo con recursos escasos. Entonces acudo a la Cruz Roja Galicia sin saber muy bien dónde iba porque realmente nunca me había visto en esta situación. Allí me atiende una psicóloga.. Pasó seis meses conmigo, me ayudó en un momento dado sobre todo en la búsqueda de alimentos para que mi hijo y yo pudiéramos comer. Yo llegué allí en principio, todo bien. Empezamos con un taller de empoderamiento. A mi ese taller me resultó bastante negativo, pero claro era llevado por voluntarias no por personas formadas y hubo momentos en que no me sentí cómoda. Creo que no eran talleres adaptados a nuestra situación. 

Adonde si seguía acudiendo fue a las sesiones con la psicóloga, no era una psicóloga al uso. Realmente se dedicaba a la gestión emocional y buscaba que tejiéramos lazos con las otras ocho mujeres que participaban en las sesiones. Aunque esta práctica es muy dura para mujeres que se han visto desahuciadas por la sociedad, dábamos nuestros primeros pasos.

También se ofertaron otro tipo de talleres como el de expresión corporal, que yo veía interesante para nosotras, un taller de pintura… Aunque había otros como el de cocina, que yo personalmente considero inútil… Un taller de emprendimiento que realmente no encajó en nuestras necesidades… Aunque realmente destaco el taller de defensa personal por que es el que considero que a mí me venía mejor.

El problema comenzó cuando la psicóloga me comunicó que la despedían. Entre todas pensamos en hacer un escrito pero realmente ya era tarde. Los motivos eran que este proyecto se terminaba. A mi eso me sentó realmente mal… Yo soy un ser humano no el proyecto de nadie. Me parece algo muy grave. Me siento maltratada institucionalmente por la Cruz Roja Galicia.

Conseguí una reunión con la coordinadora de Cruz Roja de A Coruña y la psicóloga. La coordinadora me dijo que no había dinero. Yo realmente me sentía estafada por que es una asociación financiada por el gobierno, su página es transparente y el superávit que ahí se reflejaba no concordaba con lo que a mí se me estaba diciendo. Yo al final lo que siento es que las mujeres somos la última mierda… Nosotras solo pedimos comer, las ayudas de primera necesidad. Yo no iba allí en representación de los compañeras y estoy harta de que siempre nos aparten a un lado. Entendemos que hay más colectivos, pero no nos podemos quedar sin comer. Al final todo fueron promesas incumplidas. 

¿Qué ha significado para vosotras esa construcción colectiva?

Es muy duro para mujeres maltratadas, mujeres vulneradas, volver a establecer vínculos sociales… Pero justo ahora, que se estaban empezando a afianzar esos lazos de compañerismo, camaradería… Todo se rompió.

¿Por qué consideras que es importante que podáis crear vínculos entre vosotras?

Realmente lo necesitamos, porque hay situaciones tan duras… Hay gente que viene de fuera, que no tiene a nadie. Por mi parte soy una mujer maltratada y hay que tener en cuenta todo lo que conlleva el maltrato. El maltratador te aísla del resto del mundo y entonces, claro tienes miedo. Creo que es importante volver a generar vínculos de amistad. En ese taller se generaban apoyos mutuos. Las mujeres deben apoyarse en este tipo de situaciones, tenemos que darnos visibilidad. 

¿Qué ayudas os ha ofrecido la administración pública?

A ver, la Xunta en mi caso me ofrece una subvención de 200 euros por violencia de género que me ayuda a pagar el alquiler, durante un año prorrogable hasta tres años. A nivel Cruz Roja Galicia, nos mandaron a la asistente social del ayuntamiento para que nos declarara como “vulnerables” para poder ir a Cáritas. Al final todo es dar vueltas y vueltas de papeleo.

¿El ayuntamiento os ha escuchado en alguna de vuestras reivindicaciones? ¿Habéis contactado con ellos?

No, todavía no. Estamos llevando a cabo una campaña de recogida de firmas para presentar en el pleno del ayuntamiento. Queremos que nos escuchen y dejar las cosas claras. Necesitamos que alguien ponga remedio a la situación que estamos viviendo porque está claro que tenemos que comer. Ya no hablamos de otra cosa, simplemente servicios mínimos. Somos un grupo altamente diverso, con problemáticas muy concretas demandando lo que nos es esencial: alimentación e higiene. Obviamente hay cosas que también serían realmente beneficiosas para nosotras como que se siga manteniendo el apoyo psicológico o que se nos ofrezcan viviendas de protección, porque realmente hay mujeres que están viviendo en unas condiciones de habitabilidad insostenibles. 

Por ejemplo tú estás en situación de incapacidad, pero ¿A tus compañeras les han dado algún tipo de capacitación laboral?

Se nos ofreció un taller de emprendimiento que no llegó a llevarse a cabo por la cancelación del proyecto y eso que el espacio de las mujeres está considerado en su página web como un espacio “Permanente”

¿En el futuro que crees que debería ofrecer tanto la sociedad como las entidades públicas o privadas a las mujeres víctimas de violencia?

Dios, es que realmente son tantas cosas… Yo es que, claro, llevo 15 años viviendo esto y considero que la ayuda psicológica es realmente fundamental. La terapia de grupo para la gestión emocional y poder compartir con personas que han experimentado situaciones similares a la tuya… Mucha comprensión, que no nos manipulen e insisto en que ayudas de primera necesidad ya sea por parte de la Xunta, por parte de la Diputación o por parte de quien sea. Que no te digan vete a Cáritas, porque definitivamente Cáritas no nos apoya.

“Nos sentimos maltratadas institucionalmente”