Mucho más que un vendedor

“Mientras que no se enseñe lo que es la discapacidad va a seguir existiendo discriminación y rechazo”: Cristian Arias

Cristian Aias, Cris para los que lo conocemos en las distancias cortas, trabaja en Cuatro Caminos. Tiene 33 años y es vendedor de la ONCE, pero cualquiera que haya pasado por la esquina en la que te lo encuentras cada día, sabe que es mucho más. 
“Mientras que no se enseñe lo que es la discapacidad va a seguir existiendo discriminación y rechazo”: Cristian Arias
Cristian
Cristian

Va por el camino de convertirse en un clásico herculino y sólo hay que ver lo que pasa cuando se ausenta por vacaciones: decenas de personas se paran para preguntar por él cada día. Y es que Cristian se ha hecho con la gente, a base de sonrisas matutinas o de caricias a los perros que pasean por la zona.

Cristian padece una enfermedad poco conocida llamada neurofibromatosis. Un trastorno genético del sistema nervioso. Este afecta al crecimiento de las células y provoca el nacimiento de tumores en los nervios. Estos tumores suelen ser benignos, pero en ocasiones pueden terminar en cáncer. Cristian, de niño, fue intervenido para extirpar un tumor cerebral. La neurofibromatosis es la responsable de que Cristian sea una persona con discapacidad psíquica y física 

Vives por la zona de A Gaiteira y trabajas en Cuatro Caminos… Vamos, este es tu barrio ¿cómo dirías que es la gente de Oza?

Encantadora… Sin palabras para ellos y ellas. Me conocen por mi trabajo y no hay nadie que no me salude cuando me ve. Son gente agradable, simpática… Desde los más pequeños y hasta los mayores.

Tú vienes de Ferrol ¿te acogieron bien en A Coruña?

Desde el primer momento. Estoy encantado con todo el mundo. Espero seguir bastantes más años aquí.

Tu trabajo implica estar siempre en contacto con gente, hablando con la gente… ¿qué es lo mejor del trabajo cara al público?

Todos los aspectos son buenos. Lo mejor es cuando aparece un cliente sonriendo, te saluda y te cuenta algo bueno, una buena noticia. Hay mucha confianza al final y también hay personas que necesitan desahogarse y te cuentan algún problema que tienen. Al 90% de la gente la terminas conociendo por su nombre. Es algo bueno, la gente confía en ti y sabe cómo eres. Hay veces que necesitan que les prestes un poco de atención y que les escuches. Eso hace que también comprendas las demás situaciones. Al final tú les ayudas y ellos te ayudan a ti.

¿Qué ha significado para ti tener una discapacidad?

Para ti mismo y para tu familia hay un antes y un después. Es como si se te viniese todo encima, pero a la vez se genera mucho apoyo entre todos. Además cuentas con la ayuda de médicos, psicólogos, pedagogos… Aprendes a valorar a tu familia, a tus amigos… Al entorno que te ayuda y te apoya.

La discapacidad también te enseña a que no todos somos iguales y que no por ser distinto eres inferior. Puedes lograr las metas que te propongas por ti mismo. Lo que has vivido, además, te hace más fuerte. El día de mañana puede pasarte algo, otra enfermedad u otra cosa y eso ya ha sido un paso hacia adelante para ser fuerte. Puedes asumir la responsabilidad con más valentía.

¿Crees que existe discriminación todavía?

Hay bastante discriminación. A veces la gente no comprende y es cruel. Alguna gente te rechaza o piensa que, por tener un discapacidad, te tiene que prestar más atención porque no te puedes desenvolver por ti mismo cuando es mentira. También hay bastante rechazo laboral.

Yo creo que habría que enseñar a la gente lo que es una discapacidad desde pequeños y así aprenderemos. Mientras que no se enseñe, va a seguir habiendo discriminación y rechazo hacia las personas con diversidades. Si no se habla y se convierte en un tema tabú, ya es rechazo.

¿Qué podemos hacer las personas con discapacidad para que se conozca más nuestra realidad?

Hablar de ello y normalizarlo. A veces tenemos vergüenza por el miedo al rechazo… Piensas: ¿cuál va a ser su reacción si se lo digo a alguien que no la tiene? Si lo intentamos hablar y nos rechazan… Ese miedo está. Por eso lo primero es educar, que la gente asimile cómo son los distintos tipos de discapacidad.

Tú, de hecho, has sufrido bullying en la escuela.

Sí, bastante. Me llamaban “tumorcito” y se reían de mí por el tema del habla porque yo, por la enfermedad, vocalizaba peor… La gente puede ser cruel.

¿Cuál crees que debe de ser el primer paso en las escuelas para que esto no suceda?

Antes de nada, la persona que sufre el acoso tiene que hablarlo, no quedarse callado o callada nunca. Luego son los profesores y el consejo escolar los que tienen que tomar las medidas correspondientes.

¿Qué le dirías a una persona que esté siendo ahora mismo víctima de esta clase de acoso?

Que no se calle, aunque sufra amenazas por parte de los acosadores, que lo hable con su tutor o tutora y con sus padres. Que sepa que si se siente culpable, que es mentira. Sea por lo que sea el acoso: por discapacidad, por orientación sexual o lo que sea… Que no se callen jamás.

“Mientras que no se enseñe lo que es la discapacidad va a seguir existiendo discriminación y rechazo”: Cristian Arias