Una buena razón para acudir a un odontopediatra

Los niños no son adultos en miniatura

La Odontopediatría es el área de la odontología que se encarga del cuidado y tratamiento de la salud bucal de los niños y su adaptación a la consulta dental para que acudan a ella con normalidad y sin ansiedad. Por supuesto pone especial énfasis en la prevención y el desarrollo de hábitos saludables para el correcto estado de su boca, y vigila que el desarrollo de los maxilares y de los dientes se produzca correcta y armónicamente.

Los niños no son adultos en miniatura
dentalinfantil
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David Calvo | Director de la Clínica Dental Smile Center

El odontopediatra es el odontólogo especializado en dicha área y conoce y emplea habitualmente las técnicas de manejo conductual del niño, que favorecen la familiarización del niño con la consulta, a la hora de llevar a cabo el tratamiento. En la mayor parte de los casos los tratamientos son sencillos buscando que las primeras experiencias del niño en el dentista sean agradables y positivas

¿A qué edad deben comenzar las visitas del niño al dentista?

En este sentido cuanto antes se produzca la misma, antes comenzará dicho proceso de familiarización, estableciendo la edad de comienzo habitual entre los 2 y los 3 años. Generalmente se trata de visitas de revisión con las que el niño toma contacto con la clínica.

¿Cómo se adapta una clínica dental para los niños?

Sin duda hay diferentes maneras de hacerlo. Una muy habitual es adaptar la decoración de algunos espacios de la clínica para que el niño perciba desde el primer momento que se le tiene muy en cuenta. Lo desconocido genera ansiedad en los niños, por eso una sala de espera y un gabinete con elementos adaptados a su edad hará las cosas más sencillas.

Otro crucial, es disponer de personal médico y auxiliar preparado para ello. Conocer el desarrollo psicológico de los niños en sus diferentes edades ayuda a guiar su conducta hacia un resultado positivo. 

¿Es importante cuidar y tratar los dientes de leche?

El cuidado de los dientes temporales es fundamental por varios motivos. Una muy lógica es la de evitar que el niño pase por situaciones molestas y dolorosas y que puedan condicionar su actitud ante el tratamiento dental en el futuro.

Otra muy relevante es que el niño perciba desde pequeño la importancia de cuidar sus dientes y que desarrolle hábitos saludables para conseguirlo.

Además hay que tener en cuenta que los dientes de leche juegan un papel decisivo en el mantenimiento del espacio para los dientes definitivos en los maxilares, y que una pérdida prematura de estos puede acarrear problemas de falta de espacio cuando se recambian por los permanentes.

¿Cuándo debe comenzar a cepillarse los dientes el niño?

El cepillado es un hábito que debe implementarse desde pequeñitos. Existen cepillos específicos para las primeras edades, y al principio debe ser sin pasta y llevado a cabo por los padres. Poco a poco y mediante educación y a medida que el niño va adquiriendo destreza psicomotriz será el niño el que se cepille para de esta manera responsabilizarse de la salud de sus dientes. La pasta suele comenzar a usarse a partir de los 3 años, siempre bajo la supervisión del adulto y el empleo de un dentífrico de uso infantil. La cantidad debe ser pequeña para evitar que el niño acorte el tiempo de cepillado por este motivo.

¿Cómo se debe actuar en caso de que el niño sufra algún golpe que dañe sus dientes?

En primer lugar MANTENER LA CALMA, y acudir lo antes posible a la consulta para poder evaluar de manera prematura los posibles daños que puedan existir para actuar de la manera más precoz posible y tratar de minimizar las posibles consecuencias de los mismos. 

Si se ha producido la avulsión o salida completa del diente de su alojamiento en el hueso, debe conservarse en un medio húmedo hasta su llegada al consultorio. Lo más habitual es leche pero pueden emplearse otros líquidos como suero fisiológico o saliva. En estos casos el tiempo de llegada a la consulta debe ser lo menor posible para poder realizar un  tratamiento temprano que pueda tener mayores posibilidades de éxito.

Sin duda aportar toda la información posible sobre las circunstancias en que ha tenido lugar el traumatismo ayudará al odontólogo a entender sus posibles consecuencias y su terapéutica ideal. 

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