Derechos humanos
El caso de Bubacar Turé: un triunfo de la movilización humanista

Su caso ha dado la vuelta al mundo como un ejemplo del poder de la solidaridad y la movilización internacional en defensa de la vida, la libertad y la dignidad humana.
El pasado 12 de abril, su vivienda fue violentamente asaltada por hombres armados enviados por el gobierno, tras haber denunciado públicamente la muerte de pacientes en un centro de hemodiálisis del Hospital Nacional Simão Mendes. “Mi residencia fue invadida y violada por un grupo de hombres armados mandados por el régimen autoritario de Guinea Bissau”, relató Turé en un mensaje dirigido a los grupos humanistas. “Este acto violento sucedió después de haber proferido unas declaraciones denunciando las muertes en un centro de hemodiálisis”.
Aunque el objetivo del operativo era detenerlo y trasladarlo al Ministerio del Interior para ser, según sus propias palabras, presuntamente “brutalmente torturado”, Turé logró evitar el ataque. “Felizmente no lograron cumplir sus objetivos. Yo no estaba en casa, estaba en una misión en el interior del país”.
La respuesta internacional no se hizo esperar. Diversas organizaciones de derechos humanos, activistas y plataformas sociales se movilizaron en defensa de Turé, con especial protagonismo de la Internacional Humanista, que denunció públicamente el intento de represión. “Los humanistas alrededor de todo el mundo hicieron una movilización excepcional entorno de la defensa de mi vida y mi integridad física”, expresó. “Fue algo inédito, por eso felizmente gané mi libertad”.
Tras su comparecencia ante el Ministerio Público, que decidió no imponerle medidas restrictivas, Turé ha podido retomar su trabajo y su vida diaria. “Estoy libre y he recuperado mi vida profesional y mi vida normal. Todo eso gracias a vuestros apoyos, a vuestra firmeza, a vuestra determinación para defender los valores de la humanidad: la libertad, la vida y los derechos ciudadanos”, afirmó.
Sin embargo, su caso no es aislado. En Guinea-Bissau, la situación de los derechos humanos es crítica. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha expresado su preocupación por el deterioro democrático del país y la creciente intimidación a periodistas y defensores civiles. Según Reporteros Sin Fronteras, Guinea-Bissau ocupa el puesto 92 de 180 en el Índice Mundial de Libertad de Prensa de 2024, con numerosos casos de medios cerrados por orden gubernamental, detenciones arbitrarias y agresiones a profesionales de la comunicación.
En julio de 2024, fuerzas de seguridad reprimieron violentamente una manifestación pacífica organizada por grupos de oposición, deteniendo a más de 90 personas, incluidos periodistas, estudiantes y activistas. La organización Freedom House clasifica al país como “no libre”, señalando como graves problemas la corrupción institucional, la falta de independencia judicial y la represión sistemática de cualquier forma de disidencia.
La persecución contra Bubacar Turé no es una excepción, sino un reflejo de un clima de represión creciente, donde las voces críticas corren riesgo y la sociedad civil actúa bajo amenaza constante. Guinea-Bissau atraviesa un momento decisivo en el que el respeto a los derechos humanos, lejos de fortalecerse, está siendo socavado por prácticas autoritarias que afectan gravemente a la población.