A sus 86 años, Salgado sigue siendo un ejemplo de energía, compromiso y amor por su barrio.
Fue él quien trajo el primer colegio a Os Mallos en los años 60, abriendo la puerta a la educación para generaciones enteras. Más tarde, desde el Centro Social Sagrada Familia, trabajó incansablemente para que la juventud tuviera un lugar donde reunirse, hacer actividades y alejarse de las drogas, que en aquella época destrozaban muchas vidas.
En los años 90, junto a otros vecinos y comerciantes, impulsó la creación de la Asociación de Comerciantes del barrio. Poco después, se embarcó en uno de los proyectos más ambiciosos y complicados: el Aparcamiento Los Mallos. Fue una obra difícil, que le trajo más de un quebradero de cabeza. A lo largo de los años, tuvo que enfrentarse a múltiples obstáculos, el más duro quizá fue el incendio ocurrido en 2024, que causó graves daños. Pero ni siquiera eso lo detuvo. Siempre estuvo ahí, dando la cara, buscando soluciones y peleando por el bienestar del barrio.
Y hoy, con 86 años, José Salgado se une a la nueva Asociación de Vecinos Os Mallos, demostrando que su compromiso con el barrio sigue vivo.
En el homenaje se respiraba cariño, respeto y gratitud. Porque hablar de Salgado es hablar de lucha, entrega y mucho corazón. Su huella está en cada rincón del barrio, y eso nunca se olvida.
