Mujeres que cuentan

Iría Álvarez Regueira: “Este año ha sido como una película dirigida por Stanley Kubrick, Tim Burton y Tarantino… con color de Scorsese”.

Hay mujeres que levantan empresas como quien cría hijos: con desvelo, intuición, coraje… y sí, también con noches sin dormir.

Iria Álvarez se define como soñadora acuariana, madre en construcción y empresaria empedernida —aunque se proclama, con sorna y ternura, del club de las “malas madres” en clave de humor—. Pero lo cierto es que lo suyo no es improvisado: lleva décadas reinventándose, cruzando sectores como quien atraviesa estaciones del año, sin perder jamás el norte de la pasión.

Iría Álvarez Regueira: “Este año ha sido como una película dirigida por Stanley Kubrick, Tim Burton y Tarantino… con color de Scorsese”.
Iría Álvarez Regueira
Iría Álvarez Regueira

Desde la fotografía y el diseño hasta la inteligencia artificial aplicada al marketing, esta mujer multiplica sus horas, sus ideas y sus aprendizajes. Cree que cada día tiene un reto —y si no lo tiene, se lo inventa—. Porque no vino a sobrevivir, vino a contar , a crear , a elevar .

¿Cómo te cuentas?

Como buena Acuario soy una soñadora de 45 años que piensa que todo es posible, que ve la vida siempre desde el lado positivo, y que cuando algo sucede por muy malo que parezca, todo tiene un aprendizaje. Que mi mayor reto ha sido ser madre y no morir en el intento siendo empresaria, aunque diga que soy del club de las malas madres, en el buen sentido y que para mis todos los días tienen retos.

Cuando supero una meta sigo buscando otras más altas para realizarme como persona como profesional y en todos los ámbitos en general.

¿Cómo definirías tu trabajo, tu ocupación actual?

Diría que mi trabajo actual es, en realidad, mi pasión. Soy consultora empresarial especializada en marketing digital e implementación de Inteligencia Artificial Sostenible, tanto en procesos como en estrategias de marketing.

Trabajo muchas horas, a veces 16 al día, pero no lo vivo como una carga: disfruto lo que hago y me siento afortunada por dedicarme a algo que me llena. Siempre digo que cambiaré de sector el día que deje de apasionarme, como me pasó con la fotografía, la televisión o el diseño: cuando algo deja de emocionarme, lo suelto. Por eso, mientras mi trabajo siga siendo mi pasión, seguiré en él, aunque tenga que recordarme a veces que no todo en la vida es trabajar.

¿Qué te hace único?

Probablemente mi sinceridad. A veces demasiado directo, lo reconozco, pero creo que eso me define. Me gusta decir las cosas como son, sin adornos, y eso no siempre gusta, pero muchas personas me lo agradecen. De hecho, suelen decirme “te pregunto a ti porque sé que no me vas a mentir”. Además, creo que soy muy accesible. Me esfuerzo por seguir siendo cercano, tanto con los clientes como con quienes simplemente me escriben por curiosidad. A día de hoy sigo contestando casi todos los mensajes personalmente, a no ser que haya overbooking y necesito ayuda puntual de mi equipo. Creo en la honestidad y la cercanía, y me gusta que eso se note.

¿En qué ocuparías tu tiempo, si no necesitarás trabajar para mantenerte?

Seguramente, en lo mismo que hago ahora. Para mí no es “trabajar”, es hacer lo que me gusta. Quizás tendría más tiempo para estudiar o investigar cosas nuevas, pero seguiría creando, ayudando, compartiendo y aprendiendo.

¿Cuándo y por qué razón te han dado las gracias últimamente?

Hace poco ayudé desinteresadamente a un empresario que estaba muy agobiado con un problema urgente. Lo solucionamos rápido, y me ofreció pagarme por la ayuda. Le dije que no todo en la vida es dinero, que simplemente había visto a alguien que necesitaba una mano y decidí dársela. Me dio las gracias varias veces… incluso esta mañana me volvió a llamar para agradecerme de nuevo. Yo actúo como me gustaría que actuaran conmigo si estuviera en su lugar.

¿Cómo titularías la película de tu vida?

No tendría un solo título, tendría muchos. Soy muy cinéfila, vengo del audiovisual, y mi vida ha pasado por muchas etapas distintas. Este año, por ejemplo, ha sido como una película dirigida por Stanley Kubrick, Tim Burton y Tarantino… con color de Scorsese. Ha habido días de Eduardo Manostijeras, otros de Kill Bill, y también momentos de La La Land o Moulin Rouge, pero también de Viernes 13. Así que no puedo ponerle un título único: cada etapa ha sido una película distinta.

¿Te quedan sueños por cumplir?

Muchísimos. Soy Acuario, así que si no tuviera sueños pendientes, me preocuparía. Cumplí muchos ya, pero me queda mucho camino y muchas ideas por aterrizar. Si algún día no tuviera sueños que me ilusionen, sentiría que no soy yo.

¿Qué temas tienen las cosas?

Mi mayor miedo es fallarle a mi hija, Alma. No quiero defraudarla en ningún aspecto. No voy a decir que quiero ser una “buena madre”, porque no creo en ese concepto perfecto. Yo siempre digo que soy el número uno de las “malas madres”, pero en realidad solo quiero estar a la altura y ser un buen pilar en su vida.

¿Una meta alcanzada y otra por conseguir?

Una meta alcanzada: haber trabajado con empresas tan grandes como Coca-Cola o haber sido un referente en proyectos audiovisuales, algo que soñé de niña.

Una meta pendiente: subirme a un escenario TED. Me fascina el nivel de sabiduría y criterio de las personas que hablan allí. Sería un sueño cumplido compartir ideas con esa profundidad.

Nunca te acuestes sin…

…ver los números de mis dos empresas y planificar el día siguiente. Puede parecer organización más que un ritual, pero forma parte de mi forma de estar presente y mantener el foco, incluso cuando el día ha sido agotador.

Iría Álvarez Regueira: “Este año ha sido como una película dirigida por Stanley Kubrick, Tim Burton y Tarantino… con color de Scorsese”.