Cantidad  de abueletes aún me llaman “dire” o “presi” y tenemos plataformas de WhatsApp. recordando.

Digo esto para que se sepa que no soy un “sabidillas” que no conoce la realidad un anciano resentido y cascarrabias.

Cada día aparecen en los medios de comunicación situaciones que, de verdad, no me caben en la cabeza. 

¿Qué están haciendo mal los educadores, los padres jóvenes, la sociedad en general? No es una pregunta retórica, no: es una pregunta que necesita un estudio sosegado y muy serio. 

Las cosas no pasan “porque sí” “sin causa”. Si unos niños se comportan como se están portando, de momento un grupo pequeño, algo está propiciando ese comportamiento. 

¿Es la modernidad ? ¿la culpa la tienen los móviles? ¿la inteligencia artificial? 

¿Se está preocupando el sistema de enseñanza de preparar a los alumnos no sólo en el uso, sino sobre todo en la ética, en el respeto? ¿Se le da la importancia necesaria a la madurez de los jóvenes, a su responsabilidad?

Dar amor a un hijo está en nuestro ADN, pero a ese amor hay que añadirle exigencia, normas, respeto, sin esto, el amor se convierte en una especie de droga que convierte  al niño en un ser caprichoso y egoísta.