Descolonización: de aquellos polvos estos lodos (migraciones)

La emigración de grandes conjuntos humanos1 es la amenaza fantasma que recorre Europa en los últimos años y que justifica toda una serie de medidas y acuerdos atroces.

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Djibouti, 1936

Res nullius

Estos movimientos migratorios tienen raíces y causas de las que rara vez oímos hablar. Como he señalado en otras ocasiones, parece que es el signo de los tiempos la falta de profundización en los conflictos aderezado con unas buenas dosis de mentira.
Ya en el post Refugiados o la repugnante insolidaridad de Europa, di mi parecer acerca del tratamiento que están dando nuestros regidores a los refugiados que huyen de zonas en conflicto y a la de otros tipos de migrantes. Entre dirigentes abiertamente fascistas que no se cortan un pelo en proclamar su insolidaridad y su apuesta por el cierre de las fronteras, y otros más estéticos que disfrazan su postura con recursos eufemísticos como la externalización de fronteras, las plataformas de acogida, los acuerdos con terceros países, etc.; todos mienten al argumentar que su lucha es contra las mafias de personas que se lucran con el transporte de migrantes –teniendo en cuenta que algunos gobiernos incluyen a las ONG’s de ayuda humanitaria en este saco-. Señores gobernantes, créanme, si abrieran las fronteras y crearan pasillos por los que pudieran llegar estas personas, nadie tendría que pagar a una mafia para subirse a una patera o esconderse en un vehículo, así que si de verdad quieren terminar con las mafias que se dedican al tráfico de personas, déjenlas sin negocio y verán cómo desaparecen.
Así las cosas, nos encontramos con que ninguno de ellos, y menos todos en su conjunto (UE), parece tener la voluntad de acometer el problema de la emigración desesperada en su raíz. ¿A qué llamo migración desesperada? A la de aquellos que huyen de situaciones de violencia o de miseria extremas bajo las cuales la vida humana está en permanente riesgo; o menos extremas pero igualmente sufrientes por las dificultades que entraña la mera supervivencia diaria.
¿Cuál es el motivo de esta falta de voluntad? Lo resumiré de este modo: Si formas parte del problema, difícilmente buscarás la solución.

La vieja Europa

La vieja Europa, la de los países colonizadores de tierras del resto del globo terráqueo, sigue hoy en día abusando y explotando a otros pueblos, esquilmando sus recursos, creando guerras, violencia y miseria. Cuando sus habitantes huyen despavoridos y se acercan a nuestro territorio, los vapuleamos y los tratamos como si fueran delincuentes, cuando los delincuentes en realidad somos nosotros: Estados, Bancos y Corporaciones de la Unión2.
Haciendo un balance histórico, podríamos concluir que la etapa de la colonización fue terrible porque supuso la esclavitud de pueblos enteros y la rapiña de sus riquezas, pero rara vez nos cuestionamos cómo se hizo la descolonización y lo que trajo consigo. No creo que todos los casos sean iguales, no fue la misma trayectoria la de los territorios en los que se habían asentado numerosos pobladores procedentes de la metrópoli y en los que la población autóctona casi había desaparecido –EEUU, Canadá, Australia-, que la de los lugares donde la mayoría de los colonizadores no se asentaron en gran número y/o regresaron a sus países de origen. Pero hay un esquema que se siguió y continúa en muchas de las antiguas colonias, simplificando: la metrópoli soltó el territorio, dejó de invertir allí, de crear infraestructuras, de reconocer a sus nacionales como propios, y a cambio apoyó a grupos de poder y dictadores que garantizaran sus intereses económicos en la zona. De modo que aunque aparentemente estos territorios se independizaron y recuperaron su soberanía, la explotación de sus recursos siguió siendo ejercida por los antiguos colonizadores. Se trataba, por tanto, de una colonización más sofisticada y estética, y sin los inconvenientes de responsabilidad que tenía el modelo anterior. Mucho más barata, por supuesto.

Hoy en día en países riquísimos en cuanto a recursos minerales, petrolíferos, madereros, agrícolas, marítimos o energéticos, la inmensa mayoría de su población padece una miseria injustificable. Por poner un ejemplo citaremos Guinea Ecuatorial, con una de las rentas per cápita más altas de toda África, tiene una de las mayores tasas de desigualdad y miseria del mundo. La antigua colonia española sigue gobernada desde 1.979 por el dictador Teodoro Obiang y su familia, que acumulan prácticamente toda la riqueza del país. Muy bien recibido habitualmente en Europa -aunque ahora Francia le esté buscando las vueltas a uno de sus retoños-.

(Información sobre la descolonización en el s. XX y XXI https://elordenmundial.com/la-descolonizacion-un-asunto-pendiente/)

 

Examen de conciencia

Así que amigas y amigos, ni siquiera haría falta ayudar a muchos de estos pueblos ni enviarles nuestras ONG’s, simplemente con dejar de joderlos crearles guerras, de limpiar nuestra mierda en sus costas, de crear vertederos en su territorio, de llevarnos sus riquezas a precio de saldo, de apoyar a los dictadores de turno, de crear empresas sin las mínimas condiciones de higiene y seguridad para los trabajadores autóctonos; quizá podrían tener una vida tranquila y digna en sus lugares de origen. Nadie se lanza a la aventura de un viaje del que no sabe si saldrá con vida, nadie paga por meterse en una patera de mala muerte con sus hijos si no está desesperado. Los que no lo están vienen en avión, en barco o en coche con sus papeles en orden; de vacaciones, a trabajar, a estudiar o a enamorarse.
Reflexionemos: ningún refugiado o emigrante nos va a quitar nada que no nos hayan quitado ya políticos y banqueros. Si estos mismos señores quieren, de verdad, resolver el problema de la emigración, deberán hacer una revisión del modelo económico y de explotación de recursos a nivel mundial.3 Se impone la necesidad de humanizar este planeta levantando fronteras y compartiendo riqueza y desarrollo tecnológico entre los pueblos: el progreso no será tal si no es de todos y para todos.

 

[1] En realidad, ha descendido mucho el número de los que se desplazan, en gran parte por los desafortunados acuerdos con Libia y Turquía. Ver datos de Frontex https://frontex.europa.eu/media-centre/news-release/migratory-flows-in-may-decreasing-trend-but-pressure-remains-D6yq3Q

[2] No sólo los intereses europeos, también los norteamericanos, rusos y chinos.

[3]Los flujos migratorios por motivos de guerras, violencia y/o miseria están afectando a otros continentes del globo.